EL COMUNICADOR COMO SUJETO LÍQUIDO

Jorge Alberto Hidalgo Toledo*
Universidad Anáhuac, México

EL COMUNICADOR COMO SUJETO LÍQUIDO

Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", vol. 12, núm. 1, 2019

Universidad del Rosario

Estamos viviendo un cambio, no solo climático, sino mediático, las corrientes de los medios fríos y calientes chocan entre sí gene­rando con ello un proceso glaciar multiconvergente. Ha empezado el éxodo migratorio. El comunicador es una especie que fluye en la diáspora; que escapa de las inundaciones. En la era de la crisis de las identidades, la comunicación no se ha quedado fuera de la dis­cusión. El perfil profesional ha mutado. ¿Quiénes somos?, ¿cuánto hemos cambiado?, ¿en qué terrenos frágiles y pantanosos nos movemos? En un río en constante movimiento, ¿cómo prepararse para evitar todo naufragio?

Sandra Massoni nos presenta una profunda y crítica reflexión al actuar comunicacional en un momento en que el campo disci­plinar se reajusta ante los movimientos telúricos y el tsunami que han provocado las tecnologías de información y comunicación en un mundo que se muestra, en términos de Thomas Friedman, cada vez más plano.

La escena comunicacional se mapea hoy entre: las institucio­nes públicas, privadas y el tercer sector; asociaciones profesiona­les, académicas y gremiales; medios públicos, privados, estatales y ciudadanos; medios tradicionales, actividades experienciales y plataformas digitales; industrias culturales, creativas y de entretenimiento; esferas económicas, culturales, políticas, sociales y religiosas; arenas locales, comunitarias, regionales, nacionales, internacionales y globales. La digitalización e hipermediatización de la vida y la cultura han venido a transformar por entero nuestro campo. Grandes cambios estructurales se perciben en el orden social. Ante ello surgen las preguntas: ¿están las universidades preparadas para estos reajustes?, ¿los perfiles de egreso corresponden al perfil profesional que se requiere hoy día?, ¿siguen las escuelas y facultades de comunicación formando obreros mediáticos?, ¿nos hemos convertido en escuelas de medios para los medios?

El perfil del comunicador: el campo se desborda

Sandra Massoni nos presenta en su obra: Avatares del comunicador complejo y fluido. Del perfil del comunicador social y otros devenires, al comunicador líquido, multifuncional, multicompetente, complejo. Un comunicador que se sale —como señala Jesús Martín-Barbero en el prólogo del mismo libro— de los medios y los mensajes para entender la sociedad como su verdadero campo de acción: “Es en los conflictos sociales donde la comunicación y la incomunicación se produce” (Martín-Barbero, 2016, p. 12), donde cobra su multidimensionalidad y su fluidez.

En el texto se reafirma la comunicación como el centro de la reunión, conversación, asociación y colaboración social. El comunicador es hoy un mediador, un habitante, el que da cuerpo, el que sabe, el que siente, el que se implica, el que interviene, el que cualifica, el que establece empatías discursivas, el que decide, el que “reconoce y promueve encuentros en la diversidad” (Martín-Barbero, 2016, p. 14).

Ante las nuevas responsabilidades del comunicador como un verdadero agente de cambio y transformación social, Massoni concentra cinco años de exploración y reafirmación de la reconfiguración conversacional del comunicar en cuatro ejes de hibridación y ruptura, a través de crónicas, artículos, conferencias y ensayos. Dichos ejes contemplan: 1) del perfil del comunicador social y otros avatares; 2) de lo semiótico a lo simbiótico; 3) el recorte comunicacional y los autodispositivos colectivos; y 4) el habitar la multidimensionalidad de la comunica­ción desde lo fluido.

En todos ellos, la comunicación es un enclave, un lugar, un territorio, un espacio habitable, una delimitación temporoespacial plagada de normas, leyes y circunstancias que implican competencias y habilidades para circu­larla, para navegarla, para hacerla suya. Así, señala Massoni, la comunicación deja de ser una vía de transmisión y se torna estratégica, porque cambia los estatutos y se vuelve el lugar de las transformaciones, el punto de los encuentros. Por ello, el comunicador como científico social ya no se centra en los discursos, sino en los sentidos enactuados, en los encuentros socioculturales.

Las estrategias comunicacionales se tornan en los autodispositivos colectivos del encuentro que permiten a los actantes ponerse de acuerdo, tomar decisiones, generar cambios sociales conversacionales. La comunicación como las emociones es adaptativa, un espacio relacional, situado, fluido, complejo. El comunicador, por lo tanto, se vuelve en un profesional de la articulación, de la interfase, la hibridación, la mezcla, reconociendo y promo­viendo los encuentros en la diversidad. Su responsabilidad se asume como una acción en el mundo.

La misma Massoni afirma al distinguir al comunicador de otros científicos sociales: “Los comunicadores no aportamos colecciones de la diversidad en términos de inventarios, sino particulares articulaciones en las que no interesa saber qué había y qué trajo cada parte sino qué sinergias, qué convergencias podrían enactuar en la relación. La mirada comunicacional no se ocupa, por tanto, de explicar hacia atrás; se ocupa de examinar cómo podría crecer hacia adelante un territorio desde un pensamiento múltiple” (Massoni, 2016, p. 28).

Así, desde la complejidad, la autora explora el factor temporal, la materialidad, los flujos, los núcleos articula­dores, que desafían el actuar comunicacional.

El texto es una invitación completa a desplegar la comunicación, a descomprimirla, a reubicar las estructuras y subestructuras sobre la cual opera, a mapear tipologías y construir cartografías. Es así como Massoni identifica cuatro tipos de comunicadores: el operativo, el territorial, el multimedial y el estratégico.

Hoy que está tan de moda el derribar muros y abrir nuevas puertas, Sandra nos invita a visualizar y habitar otra comunicación posible. Nos invita a salirnos del enclave y adentrarnos a una nueva multidimensión, la de la comunicación para el buen vivir.

    Datos del libro:
  1. Título: Avatares del comunicador complejo y fluido. Del perfil del comunicador social y otros devenires

    Lugar y año: Quito (Ecuador), 2016

    Autora: Sandra Massoni

    Editorial: Ediciones Ciespal

    Número de páginas: 212

    ISBN: 978-9978-55-141-7

Referencias

1.Martín-Barbero, J. (2016). Prólogo. En S. Massoni, Avatares del comunicador complejo y fluido. Del perfil del comunicador social y otros devenires (pp. 11-14). Quito: Ediciones Ciespal.

2.Massoni, S. (2016). Avatares del comunicador complejo y fluido. Del perfil del comunicador social y otros devenires. Quito: Ediciones Ciespal.

3.Massoni, S. (2016). Exploraciones en torno al perfil del comunicador social: la especificidad del comunicador. Diferencias con otros científicos sociales y con otros profesionales. En S. Massoni, Avatares del comunicador complejo y fluido. Del perfil del comunicador social y otros devenires (pp. 23-37). Quito: Ediciones Ciespal.

Notas

* Doctor en Comunicación Aplicada por la Universidad Anáhuac. Fue presidente del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación de las Ciencias de la Comunicación (Coneicc) 2012-2015; y vicepresidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (amic) 2017-2019. Actualmente es coordinador académico de posgrados de la Facultad de Comunicación e investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (cica) de la Universidad Anáhuac. Es coautor de los libros Medios y mediaciones en la cultura digital (2018), Signo vital: comunicación estratégica en la promoción de la salud (2011) y Comunicación masiva en Hispanoamérica: cultura y literatura mediática (2005).