Recepción Televisiva y Memoria Oral: La Evolución de las Comunidades de Emigrantes Españoles como Audiencias Televisivas a través de sus Testimonios

Television Reception and Oral Memory: The Evolution of Spanish Emigrant Communities as Television Audiences through their Testimony

Recepção televisiva e memória oral: a evolução das comunidades de emigrantes espanholes como audiências televisivas através de seus testemunhos

Juan Francisco Gutiérrez Lozano
Universidad de Málaga, España

Recepción Televisiva y Memoria Oral: La Evolución de las Comunidades de Emigrantes Españoles como Audiencias Televisivas a través de sus Testimonios

Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", vol. 11, núm. 1, 2018

Universidad del Rosario

Recibido: 07 Noviembre 2016

Aceptado: 13 Febrero 2017

Información adicional

Para cita este artículo: Gutiérrez, J.F. (2018). Recepción televisiva y memoria oral: la evolución de las comunidades de emigrantes españoles como audiencias televisivas a través de sus testimonios. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social “Disertaciones”, 11(1), 76-89. Doi: https://doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/disertaciones/a.5252

Resumen: Las comunidades de emigrantes españoles que tras su salida de España en las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo XX fijaron su residencia en diferentes países europeos y en Australia conforman un peculiar y diverso grupo de audiencia televisiva. Sus prácticas de recepción del medio televisivo están influidas por factores comunes que las entrelazan más allá de las diferencias concretas tanto personales: edad, nivel de formación, grado de integración con la sociedad de destino, etc.; como generales: los contextos particulares de cada país de acogida y su oferta televisiva, con o sin contenidos para inmigrantes. Acercarse a un estudio de recepción tan complejo requiere de una metodología flexible que, a partir de herramientas cualitativas y entrevistas grupales, esclarezca las líneas fundamentales de la evolución de estas audiencias lejanas, así como de la memoria televisiva que conservan y construyen acerca de su experiencia. En este sentido, este artículo ofrece algunos de los resultados de un estudio que ha intentado acercarse a ellas mediante el proyecto de investigación “Las audiencias lejanas: memoria televisiva y hábitos de recepción comparados de emigrantes españoles y residentes extranjeros europeos” (I+D CSO2012-31261), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España.

Palabras clave: audiencias, televisión, emigración, recepción, España.

Abstract: The communities of Spanish emigrants who established residence in different European countries and in Australia after departing from Spain in the 1950s and 1960s make up a particular if diverse television audience. Their reception of television products is strongly influenced by common factors that unite them, despite concrete differences (both personal factors including age, education, degree of integration with the receptor society, and general factors including host country contexts and television offerings, with or without special content for immigrants). A complex study of reception requires a flexible methodology that, based on qualitative tools and group interviews, tries to clarify the fundamental lines of evolution of these distant audiences, as well as the television memory that they preserve and construct from their experience. This article offers some of the results of a study that has tried to approach them through the research project Distant Audiences: Television Memory and Comparative Reception Habits of Spanish Emigrants and Foreign European Residents in Spain (Las audiencias lejanas: memoria televisiva y hábitos de recepción comparados de emigrantes españoles y residentes extranjeros europeos - I+D CSO2012-31261), financed by the Spanish Ministry of the Economy and Competitiveness. Keywords: Audiences, television, emigration, reception, Spain.

Keywords: Television Memory and Comparative Reception Habits of Spanish Emigrants and Foreign European Residents in Spain (Las audiencias lejanas: memoria televisiva y hábitos de recepción comparados de emigrantes españoles y residentes extranjeros europeos - I+D CSO2012-31261), financed by the Spanish Ministry of the Economy and Competitiveness, : Audiences, television, emigration, reception, Spain.

Resumo: As comunidades de emigrantes espanholes que após sua saída da Espanha nas décadas dos anos cinquenta e sessenta do passado século XX fixaram a sua residência em diferentes países europeus e na Austrália conformam um peculiar e diverso grupo de audiência televisiva. Suas práticas de recepção do meio televisivo estão muito influenciadas por fatores comuns que as entrelaçam, para além das diferencias concretas (tanto pessoais: idade, nível de formação, grau de integração com a sociedade de destino, etc.; como gerais: os contextos particulares de cada país de acolhida e a sua oferta televisiva, com ou sem conteúdo para imigrantes). Aproximar-se a um estudo de recepção tão complexo requere de uma metodologia flexível que, a partir de ferramentas qualitativas e entrevistas grupais, tente esclarecer as linhas fundamentais da evolução destas audiências distantes, assim como da memória televisiva que conservam e constroem de sua experiência. Neste sentido, este artigo oferece alguns dos resultados de um estudo que tem tentado aproximar-se a elas mediante o Projeto de Pesquisa “As audiências distantes: memória televisiva e hábitos de recepção comparados de emigrantes espanholes e residentes estrangeiros europeus” (I+D CSO2012-31261), financiado pelo Ministério de Economia e Competitividade da Espanha.

Palavras-chave: audiências, televisão, emigração, recepção, Espanha.

Introducción

El movimiento migratorio que protagonizaron cientos de miles de españoles durante los años cincuenta y sesenta del siglo XX fue un fenómeno paralelo a la aparición y primer desarrollo de la televisión en España. El 17 de julio de 1956, tres meses antes del inicio de las emisiones de Televisión Española (TVE), se constituyó legalmente el Instituto Español de Emigración. La coincidencia entre ambos procesos, la emigración y la expansión tecnológica y social del nuevo medio de comunicación, provocó una interrelación constatable en diversas manifestaciones. Una de ellas fue el posible conocimiento previo de los emigrantes que iban a Europa del nuevo medio televisivo; otra, la anticipación en la compra de aparatos receptores en aquellos hogares que dispusieron de divisas procedentes del trabajo en el exterior (Oso, 2004; Oporto, 1992; Björkin & Gutiérrez, 2008). Aquellas cohortes de españoles que marcharon a otros países y finalmente no regresaron a España protagonizaron una experiencia distinta con la televisión. El medio se constituyó para ellos en una fuente contradictoria de usos y gratificaciones, impregnado de una fuerte carga simbólica tanto en lo referente a la añoranza del país que habían dejado atrás, como en la nueva relación establecida con las sociedades a las que se incorporaron.

Este artículo parte de una investigación que se ha propuesto realizar un estudio cualitativo de audiencia entre las comunidades de españoles emigradas en aquellas oleadas, esto es, no la conformada por los jóvenes emigrados de manera reciente, sino por aquellos hombres y mujeres que marcharon entre las décadas de los años cincuenta y sesenta y que no retornaron a España de manera estable. El proyecto, titulado “Las audiencias lejanas: memoria televisiva y hábitos de recepción comparados de emigrantes españoles y residentes extranjeros europeos” (I+D CSO2012-31261), ha buscado reconstruir su memoria mediática relacionada con la televisión, así como explicar las características actuales de sus modos de ver televisión.

Antecedentes: televisión y emigración

Para muchos de estos emigrantes españoles a Europa fue primero la radio, en el inicio de sus estancias en el extranjero, el medio de comunicación a través del que pudieron mantener el contacto con la realidad que habían dejado atrás, al creer la mayoría que solo iban a permanecer fuera por un corto tiempo (Babiano & Farré, 2002; Babiano, 2009). A partir de los años setenta comenzó a extenderse el consumo de la televisión entre las comunidades emigradas. En algunos países como Alemania, Suiza o Francia poco a poco se fueron creando, gracias a los canales públicos estatales y a los acuerdos que en algunos casos alcanzaron con TVE, emisiones semanales o quincenales en español de espacios concretos dirigidos a ellos. Una oferta que no se circunscribió a los trabajadores españoles, sino que fue asimismo habitual para otros colectivos de inmigrantes extranjeros.

En lo que respecta al estudio de los medios de comunicación y la emigración española, el papel de la prensa y de la radio ha comenzado a recibir, de manera reciente, una atención más precisa por parte de la historiografía, aunque mediante trabajos centrados casi siempre en el estudio de los emisores y las circunstancias de producción de estos medios o programas para emigrantes (Sanz Díaz, 2014). El trabajo más amplio hasta la fecha es el de la tesis doctoral titulada La representación social de la emigración española a Europa (1956-1975). El papel de la televisión y otros medios de comunicación de Sonia Martín Pérez (2012).

En el caso específico de la televisión y de la programación ofrecida en países como Alemania o Suiza para los emigrantes españoles puede verse la extensa investigación realizada por Luís Calvo, Concha Langa y Moisés Prieto (2015) sobre el ejemplo suizo del programa “Tele-Revista”, creado por la Sociedad Suiza de Radiodifusión, al estilo de lo realizado para otras comunidades como la italiana (“Un’ora per voi”). En el caso de Suiza el espacio fue de corte más informativo que el ofrecido por la ZDF y TVE en Alemania, “Aquí, España”.

Para el caso de Australia, las circunstancias de la emigración fueron especiales, toda vez que fue más concentrada en el tiempo y que además la distancia del país de destino hizo que la radio no fuera un medio accesible en primera instancia. La marcha de miles de trabajadores hacia el mencionado país, ocurrida mayoritariamente entre los años 1958 y 1965, ha sido una de las menos estudiadas por la historiografía de la emigración española en general. El programa de emigración asistida comenzó a instancias tanto de la iglesia católica australiana como de las organizaciones protestantes de la industria azucarera, al que se sumó el interés conjunto aunque fugaz de los gobiernos de Madrid y Canberra de la época. Al final, la ruptura del acuerdo entre ambos países por parte de la dictadura franquista estuvo motivada tanto por las presiones de ciertos sectores de trabajadores como por el aumento de las oleadas migratorias masivas de españoles a Europa (García, 1999). Los dos programas de emigración asistida a Australia, que tomaron como nombre “Operación Canguro” y “Operación Marta” (el primero fundamentalmente encargado de trasladar a trabajadores masculinos; el segundo centrado en mujeres y apoyado por la iglesia católica española), generaron un contingente de población española en dicho país australiano cuya representatividad, si bien escasa en un contexto con fuerte presencia de ciudadanos foráneos, no debe ser despreciada.

Como se ha dicho, la colonia española de emigrantes de primera generación en Australia, junto a la de aquellos que se trasladaron cuando tve comenzaba sus emisiones, ha sido estudiada escasamente. La monografía más representativa hasta la fecha es la de Ignacio García (1999) titulada Operación Canguro. El programa de emigración asistida de España a Australia (1958-1963).

En todo caso, el sistema televisivo australiano tiene la especificidad de contar, debido a la múltiple procedencia internacional de buena parte de su población emigrante, con un canal con emisiones en distintas lenguas del mundo, incluido el español, a través del Special Broadcasting Service (SBS), que comenzó a emitir en 1978. Sin embargo, y pese a la existencia de trabajos cualitativos etnográficos acerca del consumo televisivo de algunas minorías nacionales residentes en Australia, no se dispone todavía de ningún estudio acerca de la comunidad española, por lo que el proyecto en el que se inserta este artículo pretende solventar, aunque sea en parte, esta carencia hemerográfica, siguiendo el modelo de aplicación histórica de las herramientas de la memoria oral ya realizado en obras anteriores en el estudio de la historia de la televisión en España (Gutiérrez Lozano, 2006).

Hipótesis y metodología

La hipótesis principal de partida de este trabajo es la de que las citadas audiencias españolas lejanas, tanto las residentes en Europa como las establecidas en Australia, comparten unas prácticas comunes y definibles en sus experiencias como espectadores televisivos. Prácticas comunes que van más allá del país de destino, aunque dicha experiencia se module en cada contexto y se matice por factores como la disponibilidad tecnológica, la oferta de servicios de carácter público o comercial o el grado personal de conocimiento o de aprendizaje posterior de la lengua extranjera, y en las que de manera complementaria intervienen otros factores personales junto a los rasgos definitorios como grupo de la emigración española.

Para conseguir verificar esta hipótesis, el proyecto general del que parten los resultados de este artículo se marcó un objetivo general: identificar los usos y consumos televisivos de las audiencias emigradas españolas de mayor edad a partir de la recopilación y análisis de los testimonios de estas audiencias. Para la consecución metodológica de dicho objetivo se diseñó un trabajo de carácter cualitativo basado en la realización de entrevistas de grupo focalizadas a distintos grupos de emigrantes de edad avanzada, residentes todos ellos desde hace décadas en diversos países europeos así como en Australia. Por medio de un cuestionario de partida, con guion semiestructurado y adaptado a cada lugar concreto donde se llevarían a cabo estas entrevistas, se ha buscado conocer las dinámicas fundamentales predominantes en el consumo televisivo de las comunidades de emigrantes españoles que protagonizaron aquella diáspora, así como su evolución a lo largo del tiempo y sus experiencias actuales en cuanto a la relación que mantienen con el medio televisivo.

En este artículo presentamos algunas líneas fundamentales de la exploración realizada a las entrevistas temáticas de grupo realizadas a lo largo de dicho proyecto. A través de las 15 entrevistas finalmente realizadas, se pueden analizar los consumos actuales del medio televisivo —tanto las emisiones procedentes de España como las recibidas en los países de destino— y caracterizar además la evolución de su recepción televisiva en el tiempo, a partir tanto de la cambiante y sucesiva disponibilidad tecnológica —vídeo, señales por satélite, canales internacionales o emisiones por internet—, como de la atención que estas comunidades de emigrantes han recibido como grupo específico en la oferta de contenidos por parte de canales públicos foráneos y del propio canal internacional de TVE.

La muestra seleccionada de informantes, lógicamente sin criterios de representación estadística por el carácter cualitativo de la investigación, ha incluido a un total de 121 personas (63 mujeres y 58 hombres), todas ellas emigrantes españoles residentes en cinco países europeos (Suiza, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda) y en dos ciudades australianas (Sídney y Brisbane). Las entrevistas se realizaron durante distintos meses de 2014 y 2015 por diferentes miembros del equipo de investigación. En Europa se realizaron 11 entrevistas: en el Ateneo Popular Español de Zúrich (Suiza); la Association Don Quichotte de Besançon, Le Solar Espagnol de Bordeaux, y a tres grupos de emigrantes españoles reunidos en Dijon, Auxerre y Saint Étienne (Francia); en la Asociación Hispano-belga ASBL de Bruselas y el Centro Galego de Bruselas (Bélgica); en el Centro Español de La Haya (Holanda), y en las asociaciones Mehr Generationen Haus de Frankfurt a M. y AGIJ de Hamburgo (Alemania). En el caso de Australia se realizaron cuatro entrevistas: en el Club Español de Brisbane (Brisbane) y en Sídney en la Spanish Community Care; la Gure Txoko Euskal Etxea-Casa Vasca de Sídney y a un grupo de Socios del antiguo Club Español de esa ciudad australiana. Para el registro de las entrevistas se optó por la grabación del audio y su posterior transcripción para el análisis textual, aunque la entrevista realizada en Hamburgo (Alemania) fue grabada en vídeo (“Las audiencias lejanas. Emigración española, memoria y televisión” de 2015, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=BODAuF4gi7o).

Del trabajo de campo hasta el momento desarrollado por parte del proyecto de investigación “Las audiencias lejanas” se pueden extraer una serie de apreciaciones metodológicas preliminares, que por el interés del arduo proceso de la investigación resumimos a continuación antes de proceder a esbozar las líneas predominantes de coincidencia en el consumo televisivo de las audiencias lejanas y a exponer una selección de testimonios. Estas dificultades, que resultan de importancia para conocer las características del estudio (Gutiérrez & Vera, 2016) han sido entre otras las siguientes:

Resultados. Los consumos televisivos de la emigración española

La memoria oral de la emigración española acerca de la televisión, a partir de los testimonios de las personas entrevistadas para esta investigación, es una memoria intrínsecamente unida al modo en el que cada persona ha desarrollado su proceso de llegada, asentamiento y residencia de larga duración en los diferentes países de destino. En todo caso, pese a la referencia a casos distintos en función de la oferta televisiva recibida en cada país, sí pueden detectarse de entrada algunos hechos coincidentes, de los que expondremos a continuación una selección que no agota la complejidad de los asuntos tratados en el conjunto de las entrevistas. En particular nos detendremos en los recuerdos y opiniones acerca de los contenidos televisivos que juzgan como más interesantes a lo largo del tiempo, para su conexión con la realidad española y para sus prácticas de entretenimiento: primero, en los programas de las televisiones públicas dedicados a los emigrantes españoles; después, gracias al surgimiento del canal internacional de TVE. La aparición de la tecnología del satélite permitió que desde 1989 este canal estuviera disponible primero en Europa y luego en el resto de continentes, ya fuera por medio de la instalación de antenas parabólicas privadas o por su incorporación a ofertas de servicios televisivos por cable. Esta dependencia tecnológica es patente a lo largo de toda su trayectoria como audiencias en el exterior.

La adaptación tecnológica, elemento clave del consumo televisivo en el exterior

Con anterioridad a la aparición de la tecnología por satélite, los emigrantes españoles en sus prácticas de consumo televisivo tuvieron que adaptarse a las emisiones de los países de destino. Luego, sucesivamente, aparecieron nuevas vías que abrieron la posibilidad de recibir contenidos televisivos en español: con programas especiales dedicados a estas comunidades en Europa en los años sesenta y setenta; con la aparición del vídeo doméstico en los años ochenta (lo que permitió que sus familiares o ellos en sus visitas a España grabasen contenidos para consumo posterior); con las escasas emisiones en español ofrecidas por el canal SBS en Australia; con el satélite y la aparición de la señal internacional de TVE y otros canales autonómicos, que a veces se recibían y se siguen recibiendo, mediante servicios de pago por cable; hasta llegar a la actualidad, donde la posibilidad de acceso a internet hace que los más adaptados a las nuevas tecnologías declaren consumos televisivos muy apegados a las emisiones españolas actuales, si bien la mayoría de estos grupos de edades avanzada no los practican.

Los recuerdos acerca de los primeros tiempos de visionado de canales en otros idiomas diferentes a su lengua materna son ambivalentes: de una parte sostienen que estas cadenas no les informaban por lo general de lo que sucedía en España y, por otra parte, para aquellos que estaban aprendiendo el idioma extranjero suponían un entretenimiento a través del cual podían seguir reforzando los conocimientos lingüísticos de una manera informal, como luego veremos. En todo caso a finales de los años sesenta y en los setenta la emisión de los programas semanales o quincenales destinados a la población española residente en Suiza o Alemania, como ya hemos comentado, supuso un fuerte espaldarazo a la compra de televisores y a la recepción de los programas en español:

Mi hermana la mayor empezó a comerle el coco a mi padre porque mira que existe un programa “Aquí, España” y podemos ver, porque había tres canales aquí. Y dijo que podíamos ver algo de música española, tal y cual. Entonces mi padre vino un día y trajo una televisión en blanco y negro usada… (…) El programa español de “Aquí España” era cada quince días, y te digo una cosa, “Aquí España” al principio era una propaganda prácticamente para, quiero decir, que para mí era propaganda lo que había, aparte de las pocas canciones (José María, Hamburgo) 1 .

El programa en español, como no sabíamos alemán, te daba muchas informaciones sobre qué es lo que tenías que hacer para empadronarte, qué es lo que tenías que hacer cuando había que vacunar a los niños, qué es lo que tenías que hacer. Eso lo metían entre las otras noticias que nos eran más agradables, pero esas eran, por parte de los ministerios alemanes. Los ministerios alemanes, que eran los que pagaban esos programas (Adolfo, Hamburgo).

A mí me gustaba verlo por la música, por las informaciones que, yo qué sé, de aquella yo tenía siete años, después ocho o nueve, más tarde ya empecé a ver la cosa un poco diferente. Pero a mí me gustaba también porque aparte de escuchar el español de mis padres y nosotros siempre hemos hablado español en casa, cuando yo iba al colegio solo hablaba alemán todo el día. Y solo en casa hablaba español. Quiero decir que, para eso, a mí me venía bien escucharlo y me gustaba escucharlo. Y, lo que pasa, que sí, que yo después era muy, las noticias, de vez en cuando había alguna noticia interesante (Antonia, Hamburgo).

En el caso de los programas de la televisión suiza los testimonios recogidos recalcan de nuevo esa novedad feliz, a pesar de que en este país podían recibir en algunas ciudades y en algunos momentos las emisiones en italiano de la rai, mucho más cercanas a los gustos y niveles de comprensión lingüística de la audiencia española emigrada.

En todo caso, las citadas emisiones en español no pasaban de ser testimoniales, de manera que hasta 1989, cuando se puso en marcha el canal internacional de TVE, debieron ser espectadores de las cadenas de los nuevos países de residencia. Y muchos recalcan la importancia que tuvo la televisión en los primeros momentos de su experiencia migratoria para poder aprender mejor la lengua foránea. Y no solo eso, pues como electrodoméstico de compañía, el televisor proporcionaba un modo de distracción para las esforzadas vidas laborales de algunos, o para amortiguar la carencia de lazos afectivos o sociales de sus primeros años en el país extranjero:

Lo que sí es que me di cuenta de que la televisión alemana, o cualquier televisión, es un maestro paciente. No te riñe porque no entiendas. Y cuando empiezas a ver las películas estas de detectives y tal, aproximadamente te das cuenta de qué es lo que van diciendo. Yo aprendí mucho de las fórmulas estas de decir buenos días, cuando entras en una habitación, o cuando ya salían disparando "¡alto deténgase!", y tal. (…) Porque aprender un idioma es crudo. Y en cambio la televisión es entretenida (Adolfo, Hamburgo).

Yo la compré tan pronto como llegué a Hamburgo, después de que llevaba un año y medio aquí. Y, bueno, alquilé una casa, porque ya entonces, un poco después, me iba a casar. Y ya entonces sí compré una televisión en blanco y negro, todo hay que decir, porque las de color estaban carísimas en aquella época. Y la televisión siempre ha formado parte, no es que yo tuviera un vicio ahí por la televisión, una pasión. Sino que más bien porque siempre te ayudaba (Dalmacio, Hamburgo).

Sí que compré rápido un televisor porque es la única manera que había, pues eso, para poder entretenerse el tiempo libre. Porque sí, uno no habla el idioma y no tiene un contacto social muy amplio. Porque al principio, en mi casa yo no, yo vine sin familia y no conocía a nadie. Pues la única posibilidad era... (Manolo, Hamburgo).

Por supuesto muchos, en especial los hombres que trabajaban fuera de casa, pero también las mujeres ya fueran amas de casa o trabajadoras, aprendieron el idioma ajeno de manera rápida. Pero incluso en esos casos continuaron queriendo mantener consumos televisivos de la televisión española, ya fuera por interés, nostalgia o una combinación de ambas motivaciones. La aparición del video doméstico permitió que, ya conseguidas en sus vacaciones o por el envío de familiares, pudieran disponer de cintas grabadas con contenidos televisivos procedentes de España, especialmente de entretenimiento pero también informativos. Incluso cuando ya algunos podían disfrutar del canal internacional de TVE, sus amistades les grababan contenidos y se los pasaban:

Me acuerdo de aquellos programas musicales. Venían para los programas de Navidad y también noticias como “Informe semanal”. Así, aquellos programas. Informativos. Estos programas son de España, me los mandaba a mí mi madre grabados. En vhs. En un vídeo. Pero no, esos programas nunca los emitieron aquí. Cosa rara (Ana María, Sydney).

La [televisión] española no la teníamos. Teníamos amigos que igual nos grababan los programas. Más que nada eran los programas de fin de año, que nos los grababan para poder ver en un vídeo y casi pusimos la antena española para ver estos programas de variedad, de música, de fin de año y todo este tipo de variedad y cantantes y gente que entretiene en español (Maribel, Brisbane).

El recuerdo feliz de la aparición de TVE-Internacional y sus opiniones acerca del canal

La aparición de TVE Internacional en diciembre de 1989 supuso como hemos dicho un revulsivo para la comunidad de emigrantes españoles. Aunque programas como “Aquí, España” en la televisión alemana perduraron algo más (desde 1969 hasta 1992), muchas familias se dispusieron a comprar antenas parabólicas (primero en el caso europeo, luego en el australiano). A TVE le seguirían en los años noventa las televisiones autonómicas. Desde el 1 de marzo de 2014 la cadena pública estatal española inició sus emisiones internacionales a través del satélite Astra 1M, que emite en abierto la señal de dos canales españoles por toda Europa. Se trata del “Canal TVE Internacional” y del canal todo noticias “Canal 24 horas”, que también pueden verse en plataformas de pago como Canal+ Francia o Sky Deutschland. Este mismo satélite astra distribuye en Europa otros canales españoles regionales como la Televisión de Galicia o Canal Sur de Andalucía (RTVA).

Como es lógico, aquellos emigrantes que son espectadores habituales de las emisiones de TVE para el exterior a través de TVE-Internacionaltienen muy presentes en sus testimonios las opiniones acerca de sus contenidos, de sus programas, de los horarios y hasta de la pérdida de calidad que muchos de ellos han detectado en los últimos años en la oferta de la cadena pública que se emite por satélite. Los espectadores españoles en el extranjero consideran muy positivo que exista este canal de TVE, sobre todo porque es una manera directa de conocer lo que ocurre en España. Valoran especialmente la posibilidad de disponer de espacios informativos sobre su país de origen, así como algunas ofertas de entretenimiento, en especial las series de ficción históricas. Entre estas últimas destaca por supuesto “Cuéntame cómo pasó” (2001-actualidad), que en sus primeras temporadas —ambientadas a finales de los años sesenta— retrató la vida cotidiana de los años en los que muchos de estos emigrantes abandonaron el país: “A mí me gustó mucho cuando llegó la televisión española a Suiza porque hacía ya muchos años que me había venido aquí, y entonces era como tener un contacto más cercano con España” (Conchita, Zúrich).

Este canal cambió el hábito de ver la televisión. La mayoría automáticamente dejó de ver el canal italiano y se pasó a ver Televisión Española. La mayoría cuando salimos no habíamos visto apenas la televisión y aquello fue una novedad muy grande (Pepi, Zúrich).

Otro elemento positivo destacado por los informantes es que el canal de TVE en el exterior les permite ver emisiones al mismo tiempo que sus familiares que viven en España, así como participar votando en formatos de concurso o llamando a programas en directo, cosa que sucede lógicamente sobre todo con los residentes en países europeos:

Yo viví una cosa muy bonita, algo privado. Fue cuando murió la madre del Rey, que había personas para entrar a verla al funeral, y vi por la tele a una conocida. Yo llamé a mi madre: “¿Estás viendo a Carmen?”. Mi madre en España y yo aquí. Fue una experiencia muy bonita, el estar con mi madre en el teléfono viendo lo mismo (Pepi, Zúrich).

Yo he visto, por supuesto, los primeros programas de Operación Triunfo. Recuerdo que incluso votábamos por el Bisbal. Podías votar con el móvil, podías llamar a no sé dónde, a un número. Y con la Rosa de España, por supuesto. Ese sí que lo he visto, y con mucho interés. Después ya la cosa fue cayendo (María Teresa, Zúrich).

Como aspectos negativos los espectadores entrevistados señalan las dificultades para adecuar a veces sus horarios a las emisiones de la cadena de TVE por satélite, por los continuos cambios en la parrilla o porque no coinciden con su rutina diaria cuando emite programas en directo, por más que el canal adapte sus horarios en función del continente:

Algo que no me ha gustado es que no nos ponían los programas en directo. Era todo enlatado, como decíamos. Y además tampoco tenían horas fijas. Por otra parte, cuando son en directo, los horarios no coinciden con España. Aquí se madruga mucho más, y nos tenemos que acostar más temprano. Y muchas cosas que emiten tarde no se pueden ver aquí (Conchita, Zúrich).

Otro elemento criticado es la, a su juicio, pérdida de calidad de la programación en general y la detectable depreciación, en sus opiniones, de la trayectoria en los últimos años de los espacios de noticias de TVE. Por eso buscan otras vías informativas gracias a internet, al que algunos acceden a pesar de su avanzada edad. Precisamente la disponibilidad de contenidos en línea ha propiciado una transformación en sus hábitos recientes de consumo mediático, especialmente en lo referido a las emisiones televisivas procedentes de España:

No veo prácticamente nada la Televisión Española. ¿Por qué? Porque es un poquito como los periódicos españoles, muchas veces en un país se informa de una manera y desde fuera se tienen otras fuentes. Recuerdo, por ejemplo, cuando fue el atentado de Madrid que había una versión española y después ponías la CNN, la BBC o la televisión suiza y había otra versión de los hechos. Cuando ves esas cosas, como que no te fías. Entonces, hoy todavía más, tengo a disposición el internet (Ana María, Zúrich).

La calidad ha decaído bastante en los últimos tiempos. Desde mi punto de vista, los telediarios son menos interesantes, porque se ven también un poco más partidistas y series de las que me gustan, o programas de entrevistas con gente interesantísima ya no hay nada. Lo único que hay es algún documental, pero tampoco tantos, y bueno yo ya no veo nada. Veo muy poco, con internet ahora veo lo que me gusta (Conchita, Zúrich).

Yo ahora ya no miro tanto las noticias en español, antes tenían buena calidad. Yo encontraba que eran buenas. Y no, actualmente las miro menos porque con el señor Rajoy no me gustan. Y creo que el canal está bastante influenciado (Teresa, Zúrich).

En general los espectadores son conscientes de que su consumo de medios, y también el de televisión, está determinado por los años que llevan viviendo en sus países de destino, por lo que combinan las emisiones de TVE con otros canales o medios informativos: “A veces tenemos la radio escuchando la radio en suizo y la televisión española puesta” (Paquita, Zúrich); “La radio está todo el día en alemán. Ponemos a veces la televisión por noticias españolas porque nos interesan” (Sinforoso, Zúrich); “Yo he estado mucho tiempo sin ver la televisión española. Porque vivía en la montaña y no había canal español. Y cuando volví a Zúrich, como ya tenía costumbre, sigo mirando más bien los canales suizos y alemanes” (Pepi, Zúrich).

Yo desconfío mucho de cómo me dan las noticias, y entonces me gusta el contraste. Así que cuando se cayó el avión ahora, lo primero que puse fue las 24 horas francesas. Porque era el que estaba dando las noticias más ciertas, más rápidas. Y los demás estaban sacando noticias de ese canal, porque no había otro. Entonces, si puedo, me voy a la fuente (Adolfo, Hamburgo).

Y comprenden de manera natural, sin ningún atisbo de nostalgia, el que a sus hijos nacidos fuera de España no les interese el canal de TVE: “Yo pienso que los hijos, la segunda generación de aquí, ya prácticamente, no sé si me equivoco, ya prácticamente no ven la televisión española” (Conchita, Zúrich).

Pero quizá el aspecto que más rechazo les provoca es el hecho de que el canal internacional apenas les represente como comunidad: esto es, que no tengan un trato específico como españoles que viven fuera. No se ven representados en sus experiencias, ni siquiera con los programas que se dedican a relatar la vida de los españoles jóvenes que emigran fuera. Critican que sean solo historias de jóvenes y con experiencias de éxito, como las que se muestran en el programa “Españoles por el mundo”, emitido por TVE entre 2009 y 2015: “Hay pocos programas en los que los extranjeros, los españoles que viven en Suiza se vean a sí mismos, es decir, emiten producciones solo de España, no nos reflejan en ellos” (María Teresa, Zúrich).

A mí “Españoles por el mundo” me gusta mucho, pero me parece que no es una realidad. Es decir, los que ponen ahí son los emigrantes que han triunfado, que además ninguno quiere volver a España porque todos viven maravillosamente bien (Mariana, Zúrich).

Sí, hay que reconocer que ponen siempre gente que ha salido para adelante y tienen una posición muy alta. Gente educada, gente con estudios. No te van a hacer ver una fregona, una mujer que ha estado limpiando casas. Habría que preguntar el por qué no. Porque la gente media también tiene valor. A mi punto de vista, la gente media también tiene su valor, y los que han trabajado de limpieza no es ningún deshonor (Dora, Brisbane).

Por último, y como hemos dicho, aquellos más dispuestos a la adopción de nuevas tecnologías han aprendido a manejar el ordenador y a utilizarlo como vía para la información y consumo audiovisual de contenidos televisivos en español. Gracias a internet o a la disponibilidad de nuevas tecnologías digitales que permiten la grabación de contenidos, pese a su avanzada edad, muchos de ellos (aunque no sean la mayoría) siguen conectados con la realidad española, ya no necesariamente con el canal de TVE ni a los horarios de sus parrillas:

Yo por ejemplo yo veo por el ordenador, yo no tengo satélite. Veo televisión por cable, estoy viendo, tuve mucho tiempo la televisión española (…) por una cuota mínima de 3 o 4 euros al mes, y la verdad es que sí se veía el canal internacional. Se veían algunas regionales como la canaria, por ejemplo. La catalana me parece que también, algunas más, las regionales no me interesaban mucho. Y, ahora, por ejemplo por internet lo que me gusta ver es el Canal 24 horas, el debate político que hay todas las noches. Sí, y “Los Desayunos de TVE” también se pueden ver, pero esos son por la mañana (Dalmacio, Hamburgo).

Nosotros teníamos el disco grande [antena parabólica] y veíamos la televisión española. Nosotros pagamos me parece que 2000 dólares para ponerla y luego lo veíamos ya todo gratis. La antena la teníamos algunos, pero no muchos. Pero poco tiempo después cambiamos de casa y no teníamos la antena y ya no la puse más. Pero ahora como estoy con la computadora y lo tengo todo gratis ahí, no tengo ningún interés en pagar por el cable. Tengo conectada la computadora con mi televisión, entonces en la pantalla grande veo lo que quiero. Me aficioné a internet, me paso seis, siete horas. En la computadora me va muy bien porque puedo tener todos los canales. Todo lo que quiera (Manuela, Sydney).

Ahora todo está en la televisión. Aprieto un botón y grabo, y cuando vuelvo, aprieto y lo veo. Es una televisión de esas que tienen un disco duro, no te sé decir cómo, porque yo he aprendido a hacer tic, tac, tic, tac y ya está, ya con eso me basta (Consuelo, Sydney).

Discusión y conclusiones

A través del desarrollo de las entrevistas grupales temáticas, como hemos comprobado, los informantes no solo comparten las vivencias individuales y colectivas de la migración, sino también su correlación con las experiencias del consumo televisivo. Al mismo tiempo aparecen de manera constante opiniones y juicios sobre los usos actuales de la televisión; se construyen relatos sobre su vinculación con el país de origen a partir de los programas o contenidos más seguidos o priorizados, y se trasluce el grado de integración cultural, social o lingüística (y también como audiencias) en los países de destino. Las consideraciones sobre estos usos televisivos aluden a aspectos relativos a la memoria colectiva, a la personal y a la identidad de las comunidades emigradas.

Hay diferencias perceptibles según los contextos, pero sobre todo hay evidentes elementos comunes. El más importante: la dependencia y la adaptación tecnológica constante, a lo largo de sus vidas, a la búsqueda de contenidos en español o en sus lenguas maternas (a través de las ofertas de los canales autonómicos, ya sea vía satélite o en contenidos en streaming), que no son exclusivos en su consumo de medios pero ocupan un lugar relevante en la mayor parte de los casos. En el caso de Australia, además, las dificultades tecnológicas por la distancia no solo les ha impedido regresar a menudo, sino que también han afectado a su consumo televisivo. En estos casos la existencia del canal SBS les permitió tener unas escasas emisiones en los ochenta, que fueron superadas por el satélite a partir de los años noventa. Ahora muchos deciden no pagar servicios de cable y se contentan con internet o bien con esos espacios de noticias o películas que emite dicho canal australiano, una oferta que, sin embargo, no es habitual en otros países europeos.

Podemos concluir asimismo que el canal internacional de TVE tiene una fuerte carga simbólica en el pasado reciente de los espectadores mayores que viven fuera de España. No obstante, el papel de este canal como servicio público parece no solo generar dudas sobre su conveniencia u oferta entre las comunidades emigradas, sino que parece no haber dado respuesta a todas sus necesidades ya sea por la calidad informativa o de programación, o porque ahora encuentran nuevas vías alternativas de consumo audiovisual como internet, donde pueden hallar contenidos más cercanos a sus intereses, que en buena medida no son tan diferentes a los de los compatriotas que viven en España y comparten la misma generación.

La función como servicio público de este canal —y de los autonómicos, que en algunos casos han cancelado sus emisiones internacionales por razones presupuestarias, dejando solo sus emisiones por internet— deberá ser redefinida para atender a las nuevas características de edad y de consumo de medios de los nuevos emigrantes, más cercanos a la visión de contenidos en streaming. Convendría no olvidar a estas audiencias provectas, ya que en algunos casos la brecha digital en estas generaciones de emigrantes les impide acceder a dichos contenidos nacionales, por desconocimiento de su uso, falta de equipamiento o porque simplemente siguen prefiriendo de manera mayoritaria la disponibilidad de los canales españoles en la televisión tradicional.

Referencias

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Notas

1 Identificaremos a los informantes con el nombre de pila y el lugar de residencia actual, que coincide con el de realización de la entrevista de grupo.