De la metáfora a la teoría: Ecología de los medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones

Hidalgo Toledo, Jorge Alberto
Universidad Anáhuac, México

De la metáfora a la teoría: Ecología de los medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones

Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", vol. 9, no. 2, 2016

Universidad del Rosario

Recientes estudios sobre comunicación en ecosistemas físicos han demostrado que los árboles se comunican por medio de sus raíces. Debajo de la tierra han tendido una gran red en la que se escribe su historia y su modo de sobrevivencia. El árbol madre transmite a las demás especies del bosque toda su sabiduría para protegerlas de las especies invasoras y los demás depredadores. En esa compleja red de musgos, hongos y raíces yace la historia del bosque, no en el bosque mismo. La vida no se ubica en los desiertos, sino en las voces que claman bajo la arena. Lo mismo ocurre en nuestro mundo. Es en las redes comunicacionales, los medios y las interfaces donde hoy fluye nuestra historia y las voces que se mantienen vivas. Es por medio de esas raíces que hoy fluye la sangre, el oxígeno y la savia de una nueva generación. Es en esa estructura neuronal donde se da la sinapsis del mundo. Es la comunicación el tejido que articula el bosque, es el ducto subterráneo por el que se estructura la vida en el hipermundo. Realidad, mente y virtualidad se articulan en un mismo espacio. Se entretejen por la misma matriz, como un conjunto de nervios por los que circulan ondas calurosas que activan órganos, músculos y tendones.

En 1970, se celebró por primera vez el Día de la Tierra y, con ello, la ecología se puso de moda, la biología y la sustentabilidad atravesaron las ciencias sociales y las humanidades dando origen a disciplinas híbridas. La metáfora ambiental contempló a los medios como un organismo, como un sistema natural sujeto a principios biológicos. De esta forma, la metáfora adquirió un carácter performativo y se tornó en una forma de hacer discursos, en una red conversacional, en un acto del habla, en un mapeo discursivo y, como dice Carlos Scolari, en una teoría comunicacional.

Ante la pregunta ¿de qué se nutren los investigadores?, el mismo Scolari responde publicando el libro más Scolari, sin ser propiamente suyo; es decir, ofrece un compendio de diez textos de reflexión transmedial en los que explora el estudio de los medios como ambientes, premisa básica de la ecología de los medios. En los textos de los padres fundadores, los discípulos y las nuevas generaciones de seguidores del movimiento formado por Neil Postman en 1968, Carlos comparte las premisas epistemológicas que han dado forma a gran parte de su trabajo intelectual.

Ecología de los medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones es un campo conversacional, una “comunidad virtual” en la que los lectores podrán dialogar, chatear con los principales enunciadores de una de las escuelas de pensamiento comunicacional más importantes e ignoradas de los últimos tiempos. Los ecólogos de los medios, hoy reunidos en la Media Ecology Association fueron prácticamente invisibles e ignorados durante décadas en el campo académico de la comunicación.

Scolari ha logrado integrar los discursos, ensayos, entrevistas y capítulos más significativos de autores como Marshall McLuhan, Neil Postman, Thom Gencarelli, Lance Strate, Paul Levinson, Robert K. Logan, Jesús Elizondo, Indrek Ibrus, Denis Renó, Sergio Roncallo y Diego Mazorra para comprender con ello la esfera teco-socio-comunicacional que soporta gran parte de la cibercultura en la que estamos inmersos.

El ensayo introductorio, sin duda, habrá de convertirse en un referente obligado para quienes quieran, por un lado, entender la evolución tecnológica, el paralelismo entre lo orgánico y lo tecnológico y la comunicación como centro de la historia de la humanidad; y por otro, introducirse a este campo académico que logró institucionalizarse en 1971, fecha en que se creó el programa en Ecología de los Medios en la Universidad de Nueva York.

El libro está organizado en tres partes. En la primera de ellas, dedicada a los padres fundadores, Jesús Elizondo nos ofrece una panorámica para contextualizar y comprender las relaciones intelectuales, geográficas y temporales que dieron origen a esta escuela de pensamiento; por su parte Gencarelli explora la teoría general de la ecología de los medios y sus aproximaciones al estudio de los medios, la cultura y los medios como cultura para sustentar, cómo, de modo interdisciplinar, esta se articula con la educación y alfabetización mediática e hipermediática. En ese mismo apartado, aparece la presentación hecha por Neil Postman en la inauguración de la Convención de la Media Ecology Association en junio de 2000; en el corazón de su exposición están los medios como sustancia dentro de la cual crece una cultura, una organización social, una forma de pensar. Los medios, a la luz de Postman, interactúan entre sí posibilitando un entorno. Estudiar a los medios implica, para él, un ejercicio reflexivo ético y moral, casi como una extensión de la antropología filosófica. Afortunadamente, el apartado y el libro abren con la emblemática entrevista realizada por Eric Norden a McLuhan en 1969, que recoge con una profundidad y una minería de datos tan exhaustiva como los algoritmos de Google, la totalidad del pensamiento metafísico posmedial del Santo Patrono de las Nuevas Tecnologías (como lo bautizara la revista Wired). Tecnología y civilización, los medios como entornos sico-sensoriales, la idea de aldea global, los medios como extensiones, la Galaxia Gutemberg, el cambio ecológico y más de treinta metáforas fluyen en esta poderosa charla en la que denota cómo los medios moldean al hombre y lo dotan de una visión del mundo.

El apartado dos, dedicado a los discípulos contempla acertadamente a la trinidad: Strate-Levinson-Logan. Strate profundiza en la institucionalización de la alfabetización, los ecos de la oralidad y el arraigo de la escritura como tecnologías simbólicas y semánticas más poderosas que el mensaje mismo. Como bien señala “Lo que más importa es la tecnología, su naturaleza y su estructura; no nuestras intenciones” (Strate, 2015, p. 151). Levinson ofrece uno de los textos más provocadores al hablar de los principios de la evolución de los medios, los nichos ecológicos y humanos, coevolución y convergencia. En esa misma línea, Logan se centra en la base biológica de la ecología de los medios, en el ecosistema de medios como un sistema delimitado compuesto de seres humanos, medios y tecnologías mediante las que se comunican e interactúan.

El tercer y último apartado indaga en las nuevas fronteras, en aquellos hablantes que están dialogando con esta tradición teórica. Por ejemplo, Ibrus logra una interesante conversación entre la ecología de los medios y la semiótica de la cultura. El enfoque orgánico o ecosistémico se fundamenta en la noción de semiósfera como “un supersistema de todos los sistemas culturales existentes” (Ibrus, 2015, p. 223). Renó reconoce la relación entre sociedad y medios, la diversidad y modos de convivencia de estas prótesis operacionales y tecnológicas; particularmente, se centra en la producción audiovisual y los dispositivos móviles. Finalmente, Roncallo y Mazorra se sumergen en la cultura popular, los comics, la estética y la política de los anti-medios.

Con este libro, Carlos Scolari deja ver cómo los medios son la subestructura que comunica al bosque. Son el canal transmisor de vínculos de confianza, son el lazo articulador que cohesiona a los componentes del sistema. La velocidad de los medios es la que marca el ritmo de las contracciones, la que acelera o desacelera los sistemas que componen el organismo social. Aprendizaje y memoria, comunicación y silencio, visibilidad o miopía, estabilidad o crisis, conexión o colapso… todo fluye por la comunicación.

Los medios, como bien señalan los miembros de la Media Ecology, al igual que las raíces reparan y reconstruyen; estimulan células y sistemas. Los medios son el eje que soporta el hipermundo. Son la vía que multiplica y visibiliza a los invisibilizados. Son la memoria emocional, la inteligencia mediática. Hoy, los suprasistemas, los medios transnacionales han comprendido que la globalización desde abajo se articula en las raíces del bosque, de ahí su interés por adormecer las raíces, por implantar virus y plagas inmunizadoras que envenenen al sistema. La comunicación es la clave de la sobrevivencia. Es lo que mantiene vivo al bosque. Los medios, como las raíces, son la unidad vital que mantendrá vivo este sistema, aun cuando haya quienes talen los árboles y voces griten en el desierto.

Referencias

Ibrus, I. (2015). Una alternativa: la evolución de los medios abordada desde la semiótica de la cultura. En C. Scolari, Ecología de los medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones (pp. 221-246). Barcelona: Gedisa.

Strate, L. (2015). Estudiar los medios como medios: McLuhan y el enfoque de la ecología de los medios. En C. Scolari, Ecología de los medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones (pp. 147-164). Barcelona: Gedisa.