Rol de actores mediáticos y políticos en la representación de los conflictos socioambientales en el espacio público: estudio comparativo de dos conflictos

Role of the Media and Political Actors in the Representation of Socio-Environmental Conflicts in the Public Space: Comparative Study of Two Conflicts

Rol de atores mediáticos e políticos na representação dos conflitos socioambientais no espaço público: estudo comparativo de dois conflitos

MACASSI LAVANDER, Sandro
Pontificia Universidad Católica del Perú , Perú

Rol de actores mediáticos y políticos en la representación de los conflictos socioambientales en el espacio público: estudio comparativo de dos conflictos

Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", vol. 8, no. 2, 2015

Universidad del Rosario

Recepción: 05 Mayo 2015

Aprobación: 01 Junio 2015

Resumen: Este estudio busca discutir si la representación que hacen los medios de los conflictos socioambientales contribuye a la transformación de los conflictos o por el contrario colaboran con el escalamiento de la polarización. El estudio se basa en un análisis cuantitativo de 933 noticias de noticieros regionales y nacionales de dos casos de conflictos, el de Tía María y el de Conga ocurridos en 2 011. Los resultados muestran que la cobertura de conflictos se concentra en la fase de crisis y en los hechos de violencia. Además, los medios al escenificar los conflictos generan un espacio donde se reproduce y amplía la conflictividad, presentando noticias desde un enmarcamiento de confrontación y de responsabilidad. En cuanto a los hechos cubiertos predominan los discursos que contribuyen a una mayor confrontación, en lugar de hechos que muestran acciones a favor de la resolución del conflicto. Finalmente en las noticias predominan roles parcializados en contra de los actores de las protestas siendo muy pocas las noticias que son construidas para contribuir a la resolución de los conflictos.

Palabras clave medios y conflictos, conflictos socioambientales, cobertura de conflictos, conflicto Conga, conflicto Tía María, comunicación y conflictos.

Abstract: This study examines the representation by the media of environmental conflicts, identifying whether they contribute to conflict transformation or support scaling and polarization. The results are based on a quantitative analysis of 933 regional news and national news of two cases: “Tía María” and “Conga” conflict occurred in 2 011. The results show that the coverage of conflicts is concentrated in the crisis phase and the violence. In addition, when the media show the conflicts generate a space where it reproduces and expands the conflict, where the frame of confrontation and responsibility prevails. The media coverage focuses on events that contribute to greater confrontation, selecting a few events to help resolve the conflict. Finally, in the news dominated roles biased against the actors of the protests, there is little news that contributes to conflict transformation.

Keywords: Media and conflicts, environmental conflicts, coverage of conflicts, Conflict Conga, Conflict Tía María, communication and conflict.

Resumo: Este estudo busca discutir se a representação que fazem os meios dos conflitos socioambientais contribui à transformação dos conflitos ou pelo contrário colaboram com o escalamento a polarização. O estudo baseia-se em uma análise quantitativo de 933 notícias de noticiários regionais e nacionais de dois casos de conflitos, o da Tia María e o de Conga ocorridos no ano 2011. Os resultados mostram que a cobertura de conflitos se concentra na fase de crise e nos fatos de violência. Além disso, os meios ao encenar os conflitos geram um espaço onde se reproduz e amplia a conflitualidade, apresentando notícias desde um enquadramento de confrontação e de responsabilidade. Em quanto aos fatos cobertos predominam os discursos que contribuem a uma maior confrontação que fatos que mostram ações que apontem à resolução do conflito. Finalmente, nas notícias predominam roles parcializados contra dos atores das protestas sendo muito poucas as notícias que são construídas para contribuir à resolução dos conflitos.

Palavras-chave: Meios e conflitos, conflitos socioambientais, cobertura de conflitos, Conflito Conga, Conflito Tia María, comunicação e conflitos.

1. Introducción

El crecimiento económico de Latinoamérica se ha producido, en parte, por el incremento de los precios de los metales debido a la gran demanda de las economías emergentes. El mayor ingreso de divisas ha tenido impactos en las economías de los países de la región, que han incrementado sus ingresos con la exportación de Gas y Petróleo (Venezuela, Ecuador y Bolivia) o la extracción de minerales (Chile, Perú, Bolivia Colombia) en la mayoría de casos en alianza con la inversión privada. Sin embargo, este crecimiento también acarreó problemas, pues las industrias extractivas afectaron derechos y modos de vida y el ambiente donde viven las poblaciones que viven en el área de influencia directa e indirecta de los yacimientos. Estas afectaciones en muchos casos han derivado en conflictos entre las poblaciones locales y las empresas cuestionando el rol del Estado como garante de los derechos de las poblaciones, afectando, además, la gobernabilidad.

Frente a los conflictos, como lo señala Gudynas (2009) los gobiernos se encuentran tensionados, en su interior, por generar paz social; pero al mismo tiempo necesitan los tributos. Los gobiernos neoliberales y conservadores, progresistas o de izquierda priorizan las inversiones de las industrias extractivas como forma de captación de recursos para los programas sociales, para lo cual algunos sectores gubernamentales se convierten, al mismo tiempo, en promotores, evaluadores y reguladores de las actividades mineras, generando, como lo sostiene Arellano (2008) un conflicto de intereses, que afecta los derechos de las poblaciones de las áreas de influencia directa e indirecta de los proyectos de las industrias extractivas.

Se generan por tanto intereses contrapuestos: entre el respeto de los derechos de las comunidades locales y los recursos tributarios; entre el modelo de desarrollo local y la modernización acelerada que produce la industria extractiva en el entorno rural; entre la defensa y protección del medioambiente y la rentabilidad que la inversión exige. Estos factores han sido y son puntos de discordancia que generan polarización en la opinión pública, son temas de controversia en procesos electorales, son preocupaciones recurrentes en el debate político, y es una presión constante para los decisores gubernamentales.

Para entender los conflictos es importante diferenciarlos de las crisis, Mitchell et ál (2004) definen a los conflictos como la percepción real o imaginaria de una parte de que el acceso a los recursos o la satisfacción de sus necesidades básicas son amenazadas por los objetivos de la otra parte, de esta manera las partes desarrollan intereses mutuamente incompatibles que conducen al conflicto. Cuando no se resuelven los problemas que los causan, el conflicto se descontrola y se generan las crisis, que como se ha observado en última década en Latinoamérica, trae consigo la pérdida de vidas, daños materiales y destrucción de tejido social, afectando la relación entre las autoridades y poblaciones, poniendo en peligro también las inversiones y la generación de divisas para la nación (Defensoría del pueblo, 2012).

En los conflictos concurren diferentes debilidades de la sociedad: de la empresa privada, al no comprender la cultura, las necesidades de la población, del Estado al abordar los conflictos desde un enfoque instrumental (Huamaní, Macassi, Alegría y Rojas, 2012) y también de la población al preferir una praxis de la confrontación.

Algunos conflictos se consideran emblemáticos debido a que han escalado y generado crisis que afectaron la gobernabilidad produciendo pérdidas cuantiosas económicas, sociales y en vidas de pobladores. Además, estos conflictos generaron una fuerte polarización entre actores gubernamentales, políticos, líderes de opinión y sociedad civil, dando como resultado que la confrontación se traslade al espacio mediático, con la correspondiente generación de corrientes de opinión a favor o en contra de las industrias extractivas y sus proyectos. El grado de involucramiento del conflicto en el espacio mediático es la razón principal que motiva el actual estudio sobre la cobertura periodística de los conflictos socioambientales.

El presente estudio se basa en el análisis de 2 casos: el conflicto Conga, que se desarrolla en el primer semestre del gobierno de Ollanta Humala Taso (de agosto de 2011 a febrero de 2012). Se trata de un proyecto de oro y cobre de las empresas Minera Buenaventura y Newmont, ubicado en Cajamarca al norte de Perú, con una inversión prevista de US$ 4 800 millones. El conflicto surge respecto al uso que la empresa dará a las 4 lagunas donde el proyecto va a operar. Según el EIA en dos de ellas (Mala y Perol) se extraerían los minerales, luego, se trasvasarían sus aguas hacia tres reservorios artificiales, las otras dos lagunas (Azul y Chica), después de ser trasvasadas serían utilizadas como depósitos del material removido de las dos primeras lagunas. La oposición al proyecto Conga argumenta que estas empresas afectaron en el pasado al medioambiente y tienen malas prácticas de relacionamiento (la misma empresa lo reconoció públicamente). Así mismo hay una preocupación por el impacto ambiental acumulado de todas las operaciones mineras sobre las cabeceras de cuenca donde nacen los principales ríos que abastecen a la ciudad y a la actividad agrícola.

Por otro lado, el caso Tía María surge por la oposición al proyecto de cobre perteneciente a Southern Peru Copper Corporation de US$ 1 400 millones de inversión. Esta es una operación a tajo abierto en el valle de El Tambo (Islay, Arequipa), una zona agrícola muy rica para la agro-exportación. El diseño planteado en el EIA tuvo 132 observaciones por parte de un organismo independiente de NNUU (UNOPS) contratado por el Gobierno; además, la oposición tiene mucha desconfianza en la empresa, pues esta ha generado, por muchas décadas, impactos negativos en el medioambiente en varias regiones del sur del país. Otro aspecto que preocupó a la población fue el uso del agua subterránea en un contexto de estrés hídrico en el valle.

1. Marco teórico

Diversos autores como Mitchell (2010), Pruitt y Rubin (1986), Burton (2000) y Banks y Mitchell (1994) sostienen que los conflictos no son, en sí mismos, ni positivos ni negativos, pueden constituirse en una oportunidad para generar la solución de problemas y procesos de desarrollo donde ambas partes pueden beneficiarse. Para ello, Ledereach (1992) sostiene que hace falta conocer los problemas, las relaciones entre las partes y sus procesos de interacción, Pruitt y Rubin (1986) propone revertir los cambios sociocognitivos que el proceso de escalamiento genera en los grupos en conflicto y Mitchell (2010) sostiene que existen condiciones estructurales que condicionan las actitudes y percepciones de las partes e influyen en el surgimiento del conflicto.

Además, estos autores enfatizan que la necesidad que terceras partes imparciales desempeñen roles de mediación y facilitación en los conflictos para lograr su transformación. Dichos procesos son intervenciones especializadas, que Fisher (2001) señala, que a nivel de conflictos domésticos, “la mediación resulta más barata que las alternativas más preceptivas o contradictorias, como los pleitos ante tribunales” (p. 15).

Se ha observado que los conflictos socioambientales —a diferencia de los bélicos— involucran una gran movilización ciudadana, en el caso peruano De Echave, Diez, Huber, Revesz, Lanata y Tanaka (2009) encuentra que los conflictos se trasladan al espacio mediático local. Por su parte, Strohm (1999) señala que los medios aceleran, desaceleran, clarifican o redefinen los conflictos sociales, y Macassi (2002) sostiene que la forma de cubrir los medios pueden afectar las dinámicas de los conflictos incentivando a los actores a desarrollar procesos de escalamiento o crisis, afectando su trayectoria. Se ha observado, también que, a veces los esfuerzos de la mediación especializada se ven dificultados por la construcción social que los medios hacen de los conflictos, pues un entorno mediático que presiona por el uso de la fuerza y la deslegitimación de una de las partes, produce una polarización que obstruye los procesos de diálogo.

Un primer elemento es la estructura de las noticias sobre conflictos, Galtung (2005) ha desarrollado un importante aporte para comprender cómo los medios se vinculan a la resolución de conflictos. Él señala que cuando se cubren conflictos bélicos el periodismo: i) se enfoca en los hechos violentos sin visibilizar las acciones de paz. ii) Prioriza la propaganda de las partes en lugar de generar acuerdos. iii) Sus principales fuentes son actores como las élites políticas y los militares, dejando de lado a la población. iv) La narración de los hechos relata quien gana y quien pierde, en lugar de las casusas y contextos del conflicto. Los indicadores propuestos por Galtung (2005) y complementados por Lynch y McGoldrick (2000) constituyen un paradigma importante para el análisis de la estructura noticiosa de conflictos desde una perspectiva de paz.

La propuesta de Galtung, no obstante, se enmarca en la tradición de investigación en comunicación preocupada por cómo se construye la agenda, formulada inicialmente por McCombs y Shaw (1972) en torno a los temas que jerarquizan los medios (hechos violentos según Galtung), pero que sus posteriores desarrollos involucran la preocupación por el uso de las fuentes (predominancia de fuentes de la elite en la propuesta de Galtung) y la contextualización de la noticia (análisis de las casusas del conflicto en Galtung), a decir de Wolfsfed (1997) aborda una dimensión estructural por el cual las partes en conflicto buscan que sus acciones y temas tengan la visibilidad e importancia necesaria en la opinión pública y en las esferas de decisión, que favorezca una solución del conflicto en función de sus intereses.

Las propuestas de Galtung y de Lynch, describen la estructura usual que tienen las noticias sobre los conflictos (periodismo de guerra), pero, además, proponen que los medios contribuyan de manera activa a la generación de la paz (periodismo de paz) yendo más allá de los paradigmas clásicos de objetividad y distancia periodística. Frente a estas formulaciones, algunos autores discuten la necesidad de que el periodismo deba cumplir roles en los conflictos, Koven (2004), por ejemplo, sostiene que para garantizar una adecuada cobertura del conflicto, simplemente, ha que ceñirse a los principios básicos del periodismo: Independencia, imparcialidad y pluralidad. Asimismo, Loyn (2007) sostiene que la objetividad es la mejor manera de evitar que los medios influyan negativamente en las dinámicas de los conflictos.

Peleg (2006), por su parte, reconoce las debilidades teóricas del periodismo de paz, pero sostiene que las teorías de resolución de conflictos aportan un sustento más sólido sobre el rol proactivo que los medios deben cumplir en los conflictos. De hecho Mitchell (2010) señala que la mediación en la transformación de conflictos debe entenderse no como una acción especializada y circunscrita únicamente a las partes que intervienen con los actores primarios del conflicto, sino que es una tarea del conjunto de actores sociales, entre ellos los medios, que aportan a crear un clima que favorece la transformación del conflicto. Wolfsfed (1997) en sus estudios sobre la cobertura de conflictos en Medio Oriente coindice en que el contexto político, compuesto por las divergencias o consensos logrados por sus actores, obstruye o crea condiciones para buscar una salida o no al conflicto. Por ello, la forma de cubrir los conflictos puede generar una corriente de opinión pública a favor de un proceso de diálogo o una corriente en favor de una opción confrontativa.

Un segundo aspecto en la cobertura noticiosa de los conflicto es el sentido que se construye ante a la dificultad de articular la cobertura de conflictos a un rol activo en favor de la transformación de conflictos, Nicolás (2011) propone que la teoría del framing podría aportar una herramienta conceptual importante, que vaya más allá de los aspectos estructurales de la noticia y aborde las dimensiones significantes.

La formulación de Neuman sobre el enmarcamiento de las noticias o framing es parte de un conjunto de hallazgos y teorías sobre cómo los medios fomentan una interpretación prioritaria de las noticias en los receptores, a decir de Scheufele (1999), es la forma de organizar diversos hechos noticiosos desarticulados en un sentido.

Según Neuman, Just y Crigler (1992) los frames “ayudan a los sujetos a determinar la relevancia personal de los asuntos, a establecer vínculos entre asuntos, y a formular argumentos con las cuales sus opiniones pueden expresarse” (p. 62), por tanto en los conflicto los frames que formulan los medios influenciarían en cómo los públicos entienden el conflicto, atribuyen la responsabilidades, delimitan el problema de fondo y establecen un curso de solución.

Un tercer elemento clave para comprender la incidencia de los medios en los conflictos, es analizar los roles que los medios desempeñan. La literatura sobre trasformación de conflictos ha identificado que las instituciones —como los medios— pueden ser partes secundarias, es decir que visibilizan, fortalecen o abogan por una de las partes primarias, o deslegitiman atacan o restringen el acceso a la parte contraria. Sin embargo, en el sentido estricto los medios nacionales o regionales no son partes secundarias, pues no están involucrados directamente en el conflicto, como lo puede estar un sindicato, un gobierno local o una empresa que da servicios a la minera.

Al respecto Kriesberg (1998) aporta a la discusión proponiendo tres categorías diferentes de roles: contribuyentes, mediadores y partisanos, independiente de su involucramiento con las partes del conflicto, de tal manera que podemos comprender que instituciones como los medios que no tienen vínculos con directos (stakeholders) con las empresas o las comunidades pueden contribuir a mejorar las condiciones de la transformación del conflicto o por el contrario pueden generar que el conflicto se incremente y agudice, en otras palabras, puede desarrollar ‘roles partisanos’ y roles ‘contribuyentes’.

La intervención como terceros, que buscan transformar los conflictos, puede darse de diferentes maneras, Mitchell (1994) han desarrollado una clasificación de los 17 diversos roles que los terceros desempeñan cuando asumen un rol de mediación, entre los cuales destacan el de ‘explorador’, ‘unificador’, ‘convocante’, ‘visionario’, ‘garante’ ‘monitor’ entre otros. Por su parte Kriensberg (1998) clasifica los roles de transformación de conflictos en 13, entre los que resaltamos los de ‘proveedor de información’, ‘control del deterioro’, ‘mejorar las opciones de solución’. Si bien los medios no son mediadores especializados, su aporte a la transformación de los conflictos tiene que ver con un rol contribuyente que crea condiciones y una comprensión de los diferentes aspectos del conflicto, así como genera acercamiento o promueve el diálogo entre las partes.

En el otro extremo se encuentran los roles que empeoran las condiciones del conflicto, según Pruitt y Rubin (1986) existen diversas dinámicas psicológicas que generan que las partes desarrollen acciones confrontativas que aceleran el escalamiento. Desde nuestro punto de vista muchas de estas dinámicas psicológicas pueden promoverse desde la producción de noticias que polarizan, deslegitiman al contrario, deshumanizan a las partes, es decir que incrementan las tensiones, disminuyen la empatía, y genera una espiral de respuestas y contrarrespuestas. A esta forma de presentar los hechos sobre conflictos le hemos denominado ‘roles partisanos’, basándonos en la formulación de Kriensberg (1998).

Como podemos observar, existen tres dimensiones a estudiar cuando abordamos el rol que la cobertura mediática cumple en conflictos socioambientales, la dimensión estructural, la de lectura preferente basada en el enmarcamiento, y el rol contribuyente del diálogo o el rol partisano. Son estas tres dimensiones las que estudiaremos en los dos casos de conflictos socioambientales seleccionados.

2. Metodología

El presente estudio analiza la estructura, los frames y el rol de las noticias sobre conflictos socioambientales de medios nacionales y regionales. Para la dimensión estructural de las noticias se usaron cuatro variables: i) la tasa de cobertura en función del ciclo de vida del conflicto, definida por el número de noticias entre cada periodo: el periodo latente, el de escalamiento, el de la crisis, el de desescalamiento y el de relatencia; dicho indicador determinará si hay una concentración de noticias en la etapa de mayor violencia de los conflictos. ii) La temporalidad del relato periodístico identificando si se contextualiza y definen las causas o las acciones de confrontación iii) El porcentaje en que aparece el gobierno y organizaciones sociales o empresa (élite según Lynch) y la población como actor protagonista. iv) El porcentaje de noticias que incluye un discurso que favorece la confrontación o la transformación del conflicto.

Para la dimensión de sentido se están usando las categorías de Neuman (1990) modificadas para adaptarse a los hechos de la conflictividad observada. Neuman, Just y Crigler (1992) plantean cinco tipos de frames: de conflicto, de interés humano, de consecuencias económicas y sociales, de responsabilidad, y de moralidad. Nicolás propone incorporar la categoría de frame de paz en la formulación original de Neuman. Desde nuestro punto de vista la categoría que más se acomoda es la frame de diálogo, pues abarca un conjunto de acciones a favor de una solución de los conflictos. Así mismo, redefinimos la categoría de ‘frame de conflicto’ por el ‘frame de confrontación’, manteniendo el mismo sentido que le da Neuman y Semetko y Valkenburg (2000), pero que de esta manera evita la confusión entre los hechos del conflicto y el tratamiento que prioriza una lectura desde la disputa y confrontación.

Para la dimensión del rol en las dinámicas del conflicto se ha desarrollado un conjunto de indicadores basados en roles contributivos formulados por Kriensberg (1998) y de mediadores de Mitchell (1994) y para los roles partisanos se ha trabajado en base a las dinámicas psicológicas identificadas por Pruitt y Rubin (1986), se revisó una muestra de 40 noticias de diferentes conflictos (que no incluye los del actual estudio) y de diferentes medios para establecer los indicadores de ambos roles.

La muestra seleccionada fue de diez medios: cinco regionales y cinco nacionales, basados en un nivel aceptable de ventas y sintonía. La unidad de análisis ha sido la noticia, por lo tanto, se han excluido los formatos informativos como las columnas de opinión, las editoriales, las entrevistas y en general los formatos periodísticos o de opinión.

Tabla 1
Muestra de diarios regionales y nacionales
Muestra de diarios regionales y nacionales


Fuente: elaboración propia.

Los casos estudiados comprenden un total de 107 días de análisis, 57 días para el proyecto minero Conga y 50 días para el Proyecto Minero Tía María abarcando un periodo de observación que incluye ciclo de vida de cada conflicto, es decir las fases de: latencia, escalamiento, crisis, desescalamiento y la de relatencia. En la siguiente tabla puede apreciarse los periodos observados:

Tabla 2




Fuente: elaboración propia.

Para el análisis se elaboró un libro de códigos y un protocolo de análisis, que fue aplicado por estudiantes universitarios entrenados sobre conflictos y sobre cobertura mediática. Se analizaron un total de 933 noticias, todas las noticias fueron producidas por dichos medios en el periodo estudiado, de ellas 734 correspondieron al conflicto Conga y 199 al conflicto minero Tía María. Los protocolos de análisis fueron digitados y procesados en SPSS V21.

Los dos casos de conflictos seleccionados para el análisis, tienen similitudes y diferencias, ambos son proyectos mineros que han concluido la fase de la exploración y contaban con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en trámite en el Ministerio de Energía y Minas (MINEM); así mismo, habían cumplido con los trámites referidos a las audiencias públicas. De la misma forma, en los dos casos de estudio, las comunidades, población y sociedad civil de la región se opusieron al desarrollo del proyecto en sí. Además, en ambas cuestiones, se trata de empresas que despiertan muchas controversias respecto a sus operaciones anteriores, que cuentan, igualmente, con una larga presencia en la zona de operaciones. En los dos casos el eje central del conflicto fue el rechazo al EIA propuesto.

En cuanto a las diferencias, el conflicto de Tía María 1 se desarrolla al final del gobierno aprista de Alan García Pérez, cuya administración impulso fuertemente la inversión privada, continuando un esquema neoliberal de la economía y entró en confrontación abierta con las organizaciones e instituciones de la sociedad civil. En cambio, el conflicto Conga se desarrolla al inicio del gobierno de Ollanta Humala que asume el poder con una agenda de cambio social e inclusión social, con vínculos con organizaciones ambientalistas y de oposición a proyectos mineros.

3. Resultados y análisis

Los conflictos socioambientales cuando ingresan al espacio púbico son el resultado de un proceso de interacción entre las partes primarias (empresas y comunidades mayormente) que pasa por varias fases (ver gráfica 1), y en cada una de ellas existen oportunidades para una intervención preventiva que solucione los problemas y reconcilie los intereses contrapuestos. Cuando el conflicto discurre hacia la crisis, los problemas se complejizan y las posiciones se endurecen, haciendo más difícil abordarlos (Mitchell 2010), cuanto más temprana es la atención de los conflictos más fácil es solucionarlos y menos costos demandan.

En primer lugar observamos que la tasa de cobertura 2 es muy diferente entre los dos casos estudiados. Conga tiene una tasa de 19,9 mientras que Tía María tiene una tasa de cobertura de 4,2 (ver gráfica 1).

Cuando se buscan transformar los conflictos es importante disponer de una información oportuna en la fase inicial que facilite la intervención temprana. Los resultados de la gráfica 1 arrojan que la cobertura los medios estudiados se concentra en la crisis (tasa de cobertura de Conga 19,3 y Tía María 10,2), se producen más noticias cuando los conflictos se desbordan y surge la violencia. Cuando el conflicto emerge (2,3 y 0,7) y son menos las noticias cuando el conflicto escala (8,7 y 2,6), por el contrario, cuando el conflicto desescala (14,6 y 2,4) o entra en relatencia (17,1) hay más atención a los acontecimientos relacionados al conflicto que cuando este emerge.

Tasa de cobertura según ciclo de vida de los conflictos
Gráfica 1
Tasa de cobertura según ciclo de vida de los conflictos


Fuente: elaboración propia

Podemos concluir que una de las dinámicas centrales del conflicto Conga fue el gran impacto mediático generado, pues la cantidad de noticias producidas fue mucho mayor que el conflicto Tía María, a pesar de que este último tenía más tiempo y más etapas de crisis. Estamos, por tanto, frente a lo que Pruitt y Rubin (1986) denominan como ampliación del conflicto, pues es el espacio mediático quien reproduce y escenifica la conflictividad llevándola a un plano nacional e internacional. Ciertamente, la información que circula sobre el conflicto, a través de los medios, tiene varias características como: la alimentación de las corrientes de opinión; afectación de las partes; la enmarcación de la percepción de los funcionarios; el refuerzo o la redefinición de los apoyos de actores secundarios, y un cubrimiento pobre y escaso, como el observado en Tía María, donde la falta de información dificulta la comprensión de las partes y del conflicto.

La investigación nos muestra que para los dos casos estudiados la cobertura se concentra en las acciones de confrontación (etapa de crisis), en los hechos que los separan que ahondan más las diferencias y las brechas entre las partes en conflicto. Si bien estos resultados son coherentes con la tendencia al ‘presentismo’ de otras investigaciones, resulta claro que los criterios editoriales no abordan a los conflictos con un enfoque diferente, sino que aplican el criterio usual de la noticia política sin tomar en cuenta su característica de proceso social y la potencialidad destructora y la afectación a la gobernabilidad.

Desde el punto de vista periodístico la cobertura en la etapa de crisis suele ofrecer mejores titulares o una mayor facilidad para espectacularizar los hechos, atraer a más audiencia y conseguir mayores ganancias. De hecho los acontecimientos que surgen con una crisis son más fáciles de convertirlos en noticias que atraigan la atención.

Desde el punto de vista de la transformación de los conflictos, cuando la cobertura periodística se produce en la fase inicial permite visibilizar y madurar el conflicto, lo cual puede motivar a que la empresa reconozca la validez de las demandas y busque resolverlo, o que las autoridades intervengan para facilitar la búsqueda de soluciones. En esta fase formativa del conflicto (latencia), el debate público puede generar una comprensión de las necesidades e intereses de las partes promoviendo así el acercamiento entre las mismas. En otras palabras, si la cobertura se centrara en la etapa temprana del conflicto, las oportunidades para su transformación serían mayores, pero los medios no operan con el objetivo de contribuir a la solución.

En cuanto a la calidad de la información una de las necesidades centrales para intervenir en los conflictos radica en la información disponible para entender los problemas y puntos de vista de las partes. Una información mejor contextualizada, más profunda, basada en el análisis de los problemas y las necesidades de las partes ofrece mayores posibilidades de generar acuerdos, soluciones alternativas o procesos de diálogo.

La contextualización (ver tabla 3) en los dos casos ha sido más débil que el interés por cubrir noticias del presente. Podemos observar algunas diferencias, por ejemplo, en el conflicto Conga, se abordaron más las problemáticas que la originaron (18,5 % frente a 12,6 %) y una discusión sobre las consecuencias futuras (21,1 % frente 6,5 %) mayor que en el conflicto Tía María. Este último tuvo un alcance más regional, no generó el nivel de controversia y polarización que el de Conga, pero la cobertura se centró más en la etapa de crisis (74,9 % frente a 49,9 % de Conga). En otras palabras, a mayor tasa de cobertura, mayor incorporación de otros enfoques que dan como resultado una amplia contextualización, aunque esto no significa que la investigación sea exhaustiva o balanceada.

Tabla 3
Contextualización por caso de conflicto
Contextualización por caso de conflicto


Fuente: elaboración propia.

Una de las premisas en la transformación de conflictos es la necesidad de que los puntos de vista de los actores se encuentren debidamente representados en los procesos comunicativos que se generan, pues la falta de seguridad en el balance y la pluralidad suele reforzar la percepción de injusticia sobre el proceso. Los medios si bien no conducen a procesos de diálogo, crean un clima y generan corrientes de opinión a favor o en contra de las posiciones e intereses de las partes involucradas.

Podemos observar en la tabla 4 que las noticias presentan actores que pertenecen a las élites tal y como lo plantean Galtung (2005) y Lynch (2000). Los representantes del gobierno central (22,9 %), gobierno local (15 %) y líderes de las organizaciones sociales (21,5 %) son quienes aparecen con más frecuencia en las noticias mientras que la población de a pie (10,6 %) que se ve afectada por las decisiones o que está en desacuerdo con los proyectos mineros no figura con voz propia en las noticias. Algo similar ocurre con la empresa privada que en muy pocos casos aparece como protagonista de las noticias (10,0 %), siendo la empresa la parte primaria más importante del conflicto, esto se debe a que el Gobierno asume la defensa del proyecto y, por lo tanto, también de la empresa privada, sustituyéndola y confrontando a los grupos que se oponen.

En otras palabras, podemos observar que el conflicto se representa como una confrontación política entre el Gobierno y los líderes de las organizaciones, que genera una politización del conflicto en lugar de ampliar su comprensión incluyendo otras voces de actores sociales que podrían dar puntos de vista más amplios para comprender el conflicto.

Tabla 4
Actor protagonista en las noticias de conflictos
Actor protagonista en las noticias de conflictos


Fuente: elaboración propia.

Otro aspecto que analizamos en la estructura periodística de las noticias sobre conflictos ha sido si los discursos construidos por los medios están enfocados en la confrontación, por la solución o simplemente son descriptivos, en otras palabras si desarrollan una proactividad o no, bajo la premisa que la tarea de mediación compete a toda la sociedad y no solo a las terceras partes.

Los resultados nos confirman la tendencia de que la mayoría de noticias solo describen los hechos (58 %), sin tener un discurso contributivo o de parte, así, los medios en su mayoría presentan los hechos del conflicto sin abogar por solucionarlos o agudizarlos.

Los discursos que buscan la confrontación son el doble (28,1 %) de aquellas noticias que buscan contribuir a la transformación del conflicto (13,9 %). Por tanto, hay un mayor interés en involucrarse en los conflictos con la perspectiva de apoyar a una de las partes en contra de la otra, siendo parte de los problemas en lugar de ser parte de las soluciones.

Tabla 5
Discurso transformativo por caso de conflicto
Discurso transformativo por caso de conflicto


Fuente: elaboración propia.

3.1. Enmarcamiento del conflicto

Otra preocupación, cuando se abordan los conflictos, consiste en entender cómo las partes involucradas perciben al conflicto y las actitudes que desarrollan, si se le percibe como irreconciliable, entonces el comportamiento buscará metas que logren ganar la confrontación, o si se tiene actitudes negativas se reflejarán en acciones coercitivas.

Los resultados del estudio nos muestran que el encuadre o frame predominante, es el de la responsabilidad, es decir que identifica culpables, responsabilidades, además, atribuye causas (39,6 %, ver tabla 6), como la actuación del presidente regional de Cajamarca o “manipulación” de la población por parte de los líderes de las organizaciones campesinas y frentes de defensa, esto ha sido más frecuente en el conflicto Conga, donde hubo un mayor esfuerzo por deslegitimar a los líderes.

El segundo enmarcamiento es el de confrontación por el cual los medios resaltaron las discrepancias, las peleas y disputas entre los actores, sea presentando analistas o políticos atacando las ideas y posiciones de las partes o sea presentando los hechos de violencia y agresión. En el conflicto de Tía María la confrontación ha sido el eje de la cobertura (65,4 %, ver tabla 6), mientras que en el de Conga se ha matizado por la aparición de otros enmarcamientos.

Wolfsfeld (1997) afirma que en los conflictos el contexto político modela el rol de los medios; a partir del presente estudio, consideramos que los enmarcamientos responderían a las coyunturas políticas específicas. Para el conflicto Conga, con una inversión de US$ 4 800 millones 3 (la segunda inversión más alta del país) con un contexto de cambio de Gobierno (el gobierno de Humana asumió en agosto de 2011 y el conflicto estalló en diciembre de 2011), existía mucha presión y temor de los agentes económicos y de un sector poblacional de que el nuevo Gobierno cambiara de rumbo económico, donde un aspecto central era el apoyo a las inversiones.

El enmarcamiento de consecuencias económicas para el caso Conga estuvo presente en el 35,6 % de las noticias, pero en el conflicto Tía María es mucho menor (10,9 % la tercera parte de Conga). Creemos que esta diferencia se debe a que la aprobación o el rechazo al proyecto significaba mucho para los medios como actores políticos, pues implicaba la definición del rumbo de la economía a partir del resultado del conflicto, si se aceptaba el rechazo de la población de Cajamarca al proyecto Conga o si se continuaba con su implementación sin esta ‘licencia social’, esto tendría un impacto en el resto de inversiones y proyectos. Este conflicto, de alguna manera, forzó al gobierno de Humala —cara a la opinión pública— a definir con claridad su apoyo a los proyectos mineros.

El contexto político del proyecto Tía María fue diferente, con una inversión proyectada de US$ 1 400 millones, no generó un enmarcamiento económico tan alto debido a que el rumbo de la economía del gobierno de Alan García ya estaba definido en favor de las empresas extractivas por encima de las demandas sociales.

Tabla 6
Enmarcamiento por caso de conflicto
Enmarcamiento por caso de conflicto

i Porcentaje de casos basados en el total de columna.

Fuente: elaboración propia.

Un hallazgo importante es la existencia de un frame de diálogo, reconciliación o prevención de los conflictos, que si bien no es mayoritario en la cobertura de los medios, es un rol que vienen cumpliendo en los procesos. En el conflicto de Conga (27,0 %) el enmarcamiento del diálogo ha sido más frecuente que en el de Tía María (15,4 %), ello significa que sí existen esfuerzos por generar condiciones para el diálogo, para encauzar los conflictos y, por tanto, no todas las noticias son enmarcadas desde la confrontación.

En ese mismo sentido la existencia de un emnarcamiento que destaca los aspectos sociales y humanos de los actores, en el 20 % de las noticias, es también interesante, en tanto muestra que el periodismo puede tener un repertorio más amplio para abordar los asuntos del conflicto que solo enfocarse en los hechos como confrontaciones.

De hecho usar un enmarcamiento basado en temas sociales es una estrategia usual de generar atención y ganar audiencia por parte del periodismo, pero también desde el punto de vista de la resolución de conflictos, puede ser una oportunidad para poner atención en las necesidades básicas, el acceso a recursos y el respeto a derechos que es la base de todo conflicto (Burton, 1990).

3.2. Roles contribuyentes y partisanos de los medios

En todo conflicto, además de las partes directamente confrontadas, también existen actores secundarios que buscan desequilibrar la balanza a favor de una de las partes, sea porque comparten intereses en común, o porque la derrota de una parte los afecta o amenaza su acceso a recursos, o por razones simbólicas. En el caso de los medios, pueden coexistir ambos roles semejantes a los que cumplen las terceras partes y las partes secundarias, hemos observado (a pesar de las líneas editoriales) que pueden desarrollar roles contribuyentes (a favor de la transformación del conflicto) o desarrollar roles partisanos (que agudizan el conflicto).

Los resultados nos muestran que el rol partisano se desempeña principalmente subrayando el desacuerdo (23 %, ver tabla 7), ahondado las diferencias entre las partes, este rol podría generar una mayor distancia emocional entre las posiciones, mostrándolas irreconciliables. En el caso Conga (26,2 %) hubo más noticias que enfatizaban las diferencias que en el conflicto Tía María (11,6 %), y es que las estrategias de los actores secundarios en Conga que los medios recogieron y visibilizaron se enfocaron en los puntos de desacuerdo y resaltaron las posiciones duras y confrontativas como dos visiones de país, de la economía y de Gobierno totalmente contrapuestas.

Otra estrategia de actor secundario, que los medios desarrollaron, fue la identificación de culpables (9,3 % para Conga y 16,6 para Tía María, ver tabla 7), atribuir culpabilidad a la otra parte como causantes del conflicto, de las acciones o de los resultados generados por el transcurso. Esta estrategia de culpabilización desde la perspectiva de transformación de conflictos lo que suele generar es una actitud defensiva y a veces una respuesta en espiral de ataque-respuesta que conduce a un escalamiento y a la crisis (Pruitt y Rubin, 1986).

También observamos que una estrategia recurrente para desnivelar el conflicto ha sido deslegitimar las acciones, discursos o voceros de la otra parte (8,5 %), con ello el proceso de comunicación entre las partes se deteriora y se amplían las brechas entre las partes generando mucha frustración. Así mismo, aporta en el mismo sentido el uso de estereotipos (7,5 %) como ‘antimineros’, ‘radicales’, o ‘manipulables’, pues produciría un doble proceso; por un lado, disminuye las diferencias existentes en la otra parte tratando por igual a los grupos militantes que a los grupos a favor del diálogo generando por igual resentimiento y afectando el honor. Por otro lado, el uso de estereotipos limita las posibilidades para identificar oportunidades de diálogo actitudes de conciliación o muestras de buena voluntad, pues se restringe el significado de los nuevos hechos del conflicto a una sola interpretación encasillándolos al estereotipo atribuido.

Tabla 7
Desempeño de roles como actores parcializados
Desempeño de roles como actores parcializados


Fuente: elaboración propia.

En cuanto a los roles contribuyentes de los medios, podemos observar que los valores de los roles contributivos son mucho más bajos que los roles partisanos, es decir que en pocas ocasiones los medios han elaborado un discurso que proponga o tenga un enfoque que ‘contribuya’ a mejorar las condiciones del diálogo.

Sin embargo podemos mencionar que las estrategias más usadas han sido: la contextualización, que permite una mejor comprensión de las causas y del origen de los conflictos (5,1 %, ver tabla 8). El promover un acercamiento o diálogo entre las partes es otro aspecto mencionado (5 %, ver tabla 8). En tercer lugar, la demanda de intervención preventiva (3,5) que alerta y pide la atención y la solución del conflicto.

Tabla 8
Desempeño de roles como actores contribuyentes
Desempeño de roles como actores contribuyentes


Fuente: elaboración propia.

4. Conclusiones

Respecto a la dimensión estructural de la noticia sobre conflicto, observamos que se cumplen algunas hipótesis de Galtung y Lynch respecto a que los medios se centran en los hechos de violencia, existe una pobre contextualización y priorizan a las elites en lugar de a la población como actores protagonistas, aunque las noticias en su mayoría son descriptivas hay un mayor peso de los discursos confrontativos. De cierta manera la tendencia observada de los medios, de priorizar hechos que puedan espectacularizarse fácilmente, el presentismo, y el escaso análisis de las noticias, influyen para que se aborden los conflictos con una lógica que no aporta a su solución. Es de suponer, además, que no se tiene una idea clara sobre que son los conflictos, sus dinámicas y las posibilidades de prevenirlos, de hecho no está presente en los códigos de ética o en los manuales de estilo de los medios en Perú, por ello, se enfocan como cualquier otra noticia política, sin una especialización como sí la tienen secciones de economía o de cultura.

La comparación de ambos casos nos muestra que el contexto político influye en que se genere una tasa de cobertura tal que el conflicto desplace al resto de temas en la agenda mediática, creando una capa de conflictividad que superpone, se alimenta e influye en las propias dinámicas del conflicto. Cuando este no genera una gran controversia entonces las influencias entre las dinámicas del conflicto y su representación en los medios es menos intensa.

La cobertura en la fase de crisis del conflicto, es igual de tardía que la intervención gubernamental (Huamaní, Macassi, Alegría y Rojas, 2012). De esta forma, se desperdicia la oportunidad de visibilizar el conflicto a tiempo y de promover la intervención gubernamental. Incluso, la espiral de conflictividad, cuando se traslada a los medios, tiende a crecer y ampliarse, involucrando a más actores, dimensiones y asuntos. En el caso de Conga implicó una ampliación de los temas de discusión que es un efecto positivo de una mayor tasa de cobertura, pero que se ve opacada por la fuerza con la cual el discurso confrontativo predomina en las noticias.

En cuanto a la segunda dimensión de la cobertura del conflicto, tenemos que los frames predominantes están relacionados a los roles partisanos que desempeñan los medios, pues siendo el frame de confrontación y el de culpabilidad los más predominantes estos terminan alimentando la dinámica de respuesta y contra respuesta en los medios, donde los funcionarios públicos, los líderes de las protestas y los empresarios hacen usos de tácticas livianas de deslegitimación y personalización del conflicto (Pruitt y Rubin, 1986). Esto va generando un cambio actitudinal y perceptual gradual (LeBaron, 2001), que conducen a un nivel de polarización mayor y por consecuente con una mayor distancia emocional y la pérdida de predisposición a la escucha y a la comprensión de la problemática que dificulta encontrar soluciones para ambas partes.

La presencia minoritaria, pero significativa del frame de diálogo evidencia que existe otra forma de enfocar el conflicto que no sea la manera más sencilla de resaltar el ángulo de la confrontación. Además, esto implica que la conceptualización de los frames que ante temáticas especializadas, requiere de un desarrollo de categorías de análisis más finas, como el frame de paz, que den cuenta de la complejidad del tipo de hechos que se pretende analizar.

En cuanto a la tercera dimensión de la cobertura de los conflictos, tenemos que predominan más los roles partisanos que los contribuyentes. Estos resultados son coherentes con las otras dos dimensiones analizadas en tanto si se abordan los conflictos en la fase de crisis, y el ángulo predominante es el de responsabilidad y la confrontación. De esta manera, es de esperar que los medios se vean arrastrados por la espiral de conflicto, debido a que sus intereses económicos y políticos se ven involucrados por los conflictos socioambientales en tanto cuestionan el modelo de priorizar las inversiones sobre los derechos de las poblaciones.

Observamos, por lo tanto, que las tres dimensiones observadas en la cobertura de los conflictos guardan una coherencia entre sí, articulan una tendencia a abordar los conflictos desde una perspectiva política con enfoques, frames y roles que espectacularizan las dinámicas del conflicto creando condiciones para la agudización de este. Sin embargo, también es necesario subrayar que existen esfuerzos, minoritarios, pero importantes que cubren los conflictos en la fase latente, que usan frames de diálogo que contextualizan las noticias y que desempeñan roles contributivos y quieren crear condiciones para la transformación de los conflictos. Es de esperarse, por tanto, que el análisis de la cobertura pueda contribuir a un mejor entendimiento de los conflictos, sus dinámicas y se fortalezca el rol proactivo de los medios en los conflictos.

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Notas

1 Este conflicto tuvo tres crisis, el periodo elegido para este análisis fue la última de ellas ocurrida a inicios de 2011; luego de esta, el MINAM anuló el EIA. Así, este conflicto paso a un periodo de relatencia que ha reescalado a partir de la presentación del nuevo EIA.

2 Se obtiene al dividir el número de noticias entre la cantidad de días de la fase del ciclo de vida del conflicto.

3 http://elcomercio.pe/economia/peru/inversion-minera-proximos-anos-se-esperanza-cuatro-megaproyectos-noticia-1670647

Información adicional

Para citar este artículo: Macassi, S. (2015). Rol de actores mediáticos y políticos en la representación de los conflictos socioambientales en el espacio público: Estudio comparativo de dos conflictos. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social “Disertaciones”, 8(2), 60-78. Doi: http://dx.doi.org/10.12804/disertaciones.02.2015.04