AL ESTE DE BABEL: CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LAS LÓGICAS DEL LENGUAJE, DENTRO DE LA DICOTOMÍA DE LA MODERNIDAD Y EL ROMANTICISMO

Margarita Tovar
Universidad de Salamanca, España

AL ESTE DE BABEL: CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LAS LÓGICAS DEL LENGUAJE, DENTRO DE LA DICOTOMÍA DE LA MODERNIDAD Y EL ROMANTICISMO

Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", vol. 16, núm. 1, 2023

Universidad del Rosario

Título: Al Este de Babel. Sujeto, verdad y lenguaje en la era de los algoritmos

Autor: Antonio Asencio Guillén

Editorial: Tirant Lo Blanch

Año de edición: 2021

Páginas: 240

ISBN: 978-84-1897-55-9

Al Este de Babel. Sujeto, verdad y lenguaje en la era de los algoritmos es el título del libro escrito por Antonio Asencio Guillén, egresado inicialmente como Licenciado en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (2003), y luego como Doctor de la Universidad de Málaga (2010) en la misma especialidad. Su propuesta ensayística reconstruye una memoria personal de un periodista enfrentado con las diversas lógicas de relatos culturales con los cuales se hacen y se rehacen los discursos literarios, filosóficos y periodísticos. Su interpretación abarca la modernidad histórica, la posmodernidad -definida como corriente artística y de pensamiento- y la creación cultural de la cibernética y sus efectos sobre el sujeto en la era contemporánea.

Sus reflexiones, condensadas en 235 páginas, son un conjunto de ensayos de revisión crítica sobre los fundamentos materiales, espirituales y filosóficos de la modernidad; y desde los movimientos literarios y filosóficos contrarios a ella, definidos como posmodernos, representados estos — esencialmente — por el romanticismo artístico en todas sus variantes. El autor revisa los aportes de literatos, pensadores y filósofos, cuyas obras evidencian el malestar o la inconformidad con la realidad política, tecnológica, científica y la economía de mercado, devenidas y recreadas por la cultura de la modernidad, cuyas consecuencias parecen haberse revertido contra el sujeto en el ámbito del lenguaje. En este, se verificaría la pérdida de su protagonismo como sujeto recreador de la realidad y centro del propio lenguaje.

El autor defiende su propia parcela de malestar, dentro del ejercicio involuntario de comunicólogo (a quien solo debe importar el discurso, independientemente del objeto de la comunicación). Sus reflexiones las realiza no desde la práctica de oficiante de la filosofía, sino desde la praxis de la crítica cultural. Es decir, desde la libertad creadora del ensayo en el campo de la Teoría Crítica. Asencio reflexiona sobre la evolución del lenguaje, la cultura y sobre los fundamentos de la razón y el conocimiento, a través del análisis de las lógicas de literatos y pensadores de la Escuela de Frankfurt: Adorno, Walter Benjamín, Max Hokheimer, Herbert Marcuse. Escudriña desde los aportes del psicoanálisis de Jacques Lacan, desde la perspectiva del lenguaje y del sujeto. Establece las vinculaciones de la antropología estructuralista de Claude Levi Strauss con las lingüísticas estructuralistas y neo-estructuralistas, apelando al testimonio de sus más importantes representantes: Ferdinand Saussure, Roland Barthes, Michael Foucault, entre otros. Lo hace, desde un intento –dice– de auto-crítica hermenéutica, de auto-reflexión sobre lo propio. Es decir, sobre el periodismo, por la necesidad de confrontarse con la profesión que eligió, y con los avatares que comporta su ejercicio desde la praxis, y menos desde la teoría sistemática.

Son objeto de su preocupación intelectual las diversas evidencias o pareceres, plasmados en el arte, la literatura, la lingüística y la interpretación filosófica, conforme a los cuales, los artificios tecnológicos, surgidos a partir del transcurso de la modernidad, incluidos los del lenguaje, habrían evidenciado cierta autonomía, y particularmente de este; el marginamiento del sujeto y la aparición de un metalenguaje, desplazador de la intermediación y de las determinaciones del propio sujeto. Proceso que se habría iniciado o confirmado dentro de la episteme del método estructural del lenguaje y posteriores desarrollos de la lingüística. La concepción del lenguaje como estructuras metalingüísticas habría conducido al reconocimiento de la existencia de una prevalencia del discurso, por y sobre elementos sustantivos referidos al qué, priorizando el cómo, como elemento central y contextual en la significación o determinación de una realidad superadora de las determinaciones del propio sujeto. La realidad actual, modelada y resignificada por las redes sociales, estaría agregando nuevas cotas de control social, al influir sobre nuestra voluntad para desear. Conforme a Asencio Guillén, las tecnologías pre-digitales condicionaban nuestras decisiones sin reemplazarlas: .nos forzaban a tomar decisiones contrarias a nuestra voluntad. El algoritmo, realiza una invasión decisional invisible mucho más efectiva, pues nos hace desear las decisiones que tomamos. (p. 161).

El libro está compuesto por un conjunto de ensayos estructurados en nueve bloques, como los define el autor. El contenido del primer bloque, a modo de introducción, caracteriza los diversos argumentos e intencionalidades dentro de los cuales se produce esta obra. El título del único ensayo, sirve como enunciado de una hipótesis central. El divorcio del lenguaje y sujeto, el marginamiento del hombre como centro del pensamiento; la separación entre una determinada realidad y el discurso que pretende reflejarla; la emergencia de la estructura como categoría explicativa de toda realidad. Racionalidad contra natural de la evolución humana, en donde el sujeto nomina y significa. Este punto inicial, otorga sentido a su propuesta de reflexión sobre diversas percepciones sobre el sujeto y el lenguaje, dentro de un discurso de construcción y deconstrucción de las lógicas de la modernidad y sus consecuentes expresiones racionalistas; versus los signos de malestar, emergentes en los distintos campos de la cultura, ocasionados por el desarrollo técnico y la deshumanización, propios del periodo moderno de la historia, sintetizables en la producción cultural de lo que se conoce como el romanticismo dentro de las artes y la literatura.

En el bloque II, una idea central del primer ensayo es la unidad ontológica del lenguaje, es decir, por inherente al ser humano y por tal remitente hacia cierta noción de trascendencia (con referencias a Emmanuel Kant). La importancia de los mitos ancestrales en la configuración de la realidad y la reflexión humana sobre sí misma. En los bloques III y IV son abordados contenidos como el tema de la aparición del humanismo renacentista, y junto con ello, la racionalización del mundo, la reconfiguración del individualismo moderno y la aparición de nuevas subjetividades. La identificación entre ser y pensar, ser y razón, la soberanía de la razón y la trascendencia del hombre pensante. Luego la aparición del estado liberal, la dignificación de la clase de los burgueses y dentro de ese mismo periodo, la aparición de postulados anti-humanistas representados por Thomas Hobbes, Jeremy Bentham, Gilles Deleuze, Félix Guattari, Donna Haraway. En el bloque V, Asencio Guillén destaca el giro de Carlos Marx en sus escritos de mayor madurez (El Capital), cuya consecuencia será la aparición posterior de una dialéctica marxista sin sujeto, sin humanos, representada por el marxismo ortodoxo, cuya contraparte será la defensa romántica del humanismo marxista inicial, realizada por los pensadores de la Escuela de Frankfurt, liderados por Georg Lukács; y la reaparición de un humanismo crítico (Hokheimer, Adorno y Marcuse), ante el desencanto producido por los horrores de la guerra, provocados por ambos bandos. Elementos cardinales, están descritos en los ensayos de los bloques VI, VII y VIII. Estos corresponden a las reflexiones teóricas, desarrolladas desde la lingüística (corrientes estructuralistas y post estructuralistas), el conductismo behaviorista, la sociología, el existencialismo, el psicoanálisis y la cibernética, entre otras corrientes humanistas, para evidenciar las diversas crisis y debilidades del sujeto frente a la autonomía de las estructuras del lenguaje y de las estructuras técnicas, científicas y sociales que le cercenan su identidad y le desplazan como protagonista de su voluntad, su humanidad y su trascendencia. En el bloque IX, el autor define posiciones desde las interpretaciones que Noam Chomsky y Jürgen Habermas hacen en defensa de la modernidad y del sujeto. Se cuestiona la existencia de paraísos perdidos; se asume que la racionalidad intermediadora se realiza desde un marco donde lo humano es inseparable de la génesis y la evolución del lenguaje en un proceso continuo y acumulativo. Se reflexiona sobre el surgimiento de nuevas formas sociales nombradas como identidades sexuales; identidades étnicas, nacionalistas, profesionales, con lo cual surge el riesgo de aparición de identidades sin sujeto, casi imposibilitadas de comprensión y reconocimiento mutuo.

Dentro de sus conclusiones, Asencio Guillén considera que si bien el desafío digital no va a modificar las competencias lingüísticas ni las posibilidades de consenso derivadas de la comunicación, en condiciones de racionalidad, existe el riesgo del resurgimiento de una epistemología sin sujeto, justificada por el intento de debilitar estrategias de dominación. Así habría ocurrido durante el siglo XX, cuando corrientes progresistas, criticando cualquier tipo de racionalidad como meramente discursiva, terminan liquidando cualquier intento de establecimiento de un sujeto, cuyo espacio pasa a ser ocupado por prácticas discursivas, por identidades sin sujeto. Finalizadas sus apreciaciones, propone un decálogo dentro del cual citamos su exigencia de: 1. La subjetividad como fundamento de lo humano…, 3. La crítica a las condiciones del debate para posibilitar el diálogo conducente al consenso…, 4. La aceptación de la autonomía moral del sujeto como fundamento de su racionalidad y su voluntad…, 6. La idea de la universalidad como práctica de una renovada igualdad, frente a exclusiones y privilegios…, 7. La aceptación del carácter mediado del sujeto, no existe subjetividad sin tecnicidad, sin economía, sin política… (pp. 227-229).