Presentación

Zidane Zeraoui *

Presentación

Desafíos, vol. 28, no. 1, 2016

Universidad del Rosario

Me complace presentar este dossier titulado Paradiplomacia y política internacional de las regiones como contribución al debate actual sobre la política internacional de las entidades subnacionales.

La paradiplomacia como práctica de las regiones es un fenómeno muy antiguo, pero su análisis en el campo de la disciplina de las relaciones internacionales arrancó a finales de la década de los años setenta, en particular en Quebec, provincia canadiense, icónica de la política internacional de las regiones por su larga trayectoria en el sistema mundial como actor autónomo, cuando todavía era una práctica muy limitada de la política internacional.

El fin de la Guerra Fría y el derrumbe del mundo bipolar que dominó el sistema internacional desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial, fueron detonantes de la paradiplomacia por el propio debilitamiento de los Estados-nación tradicionales, por el fin de la idea de la amenaza externa que sea “comunista” o “imperialista” que permitía una irrestricta monopolizan del poder nacional en manos del Estado federal y una política exterior centralizada. La apertura de la década de los años noventa permitió ampliar las capacidades de las regiones, en particular en el terreno internacional que incluso, en varios países se inscribirá en las reformas constitucionales; como sucedió en México, en 1992, o Argentina, en 1994.

Es frente a esta nueva dinámica mundial que en esta edición de la revista Desafíos se propone este dossier que es una contribución al debate actual sobre la paradiplomacia.

Los cuatro primeros artículos que constituyen el dossier buscan ofrecer un acercamiento teórico o conceptual al fenómeno de la paradiplomacia, con aportaciones tanto históricas como de precisión conceptual, para asentar bases sólidas en la comprensión de esta problemática. Estos trabajos se concentran en casos específicos del ejercicio de la paradiplomacia en México, Colombia y Argentina.

Así, como introducción al dossier, Zidane Zeraui en su artículo “Para entender a la paradiplomacia” revisa todos los términos utilizados para referirse a este problemática y propone que el concepto ‘paraguas’ debe ser el de paradiplomacia, puesto que los demás términos se refieren a casos particulares, como temáticos (paradiplomacia ambiental, financiera, identitaria o cultural), territoriales (paradiplomacia transfronteriza) o en su relación con la política exterior nacional (diplomacia convergente, divergente o constitutiva y protodiplomacia).

En su ensayo “El contexto histórico para la reflexión teórica sobre el fenómeno de la paradiplomacia en el mundo globalizado”, David J. Sarquis reflexiona sobre el debilitamiento del Estado central, pero aclara que éste “sigue y seguirá siendo en el futuro previsible un elemento indispensable para el cabal entendimiento de la dinámica internacional”. Después de agregar algunas precisiones conceptuales sobre las relaciones internacionales y el Estado, inserta la emergencia de la paradiplomacia dentro de este proceso de reacomodo mundial, que dejó de ser estatocéntrico para abrirse a nuevos actores internacionales, entre otros, a las regiones. Además, nos advierte que “la paradiplomacia bien puede ser un mecanismo de facilitación de la gobernanza mundial, siempre y cuando permita la operatividad de las instituciones que deben ofrecerla y administrarla”.

En el ensayo “Identidades compartidas: la centralidad de los lazos culturales como motor paradiplomático”, Victorino Morales Dávila & Carlos Manuel Reyes Silva se centran en la identidad, que consituye uno de los aspectos más relevantes de las causas de la paradiplomacia. Así, plantean que “la hipótesis de esta investigación parte de la importancia de pertenecer a una identidad colectiva o al menos, de compartir varios referentes identitarios, como un impulso de determinados gobiernos subnacionales en la búsqueda por desarrollar sus relaciones con otros actores del sistema internacional”.

Después de revisar la posición de distintos enfoques teóricos, partidarios o críticos de la paradiplomacia, como el neorrealismo, el neoliberalismo, el marxismo, los de carácter utilitarista o dentro de un marco constructivista, se concentran en la paradiplomacia identitaria, definida como “una política exterior subestatal cuyo objetivo fundamental es el refuerzo o la construcción de la minoría nacional en el marco de un país multinacional” y en la protodiplomacia. Estos autores cierran su capítulo con tres ejemplos de paradiplomacia identitaria: Quebec, el País Vasco y el Kurdistán.

El artículo titulado “A Paradiplomacia Financeira em Países Emergentes de Estrutura Federativa” de José Nelson Bessa Maia & José Flávio Sombra Saraiva se enfoca en la paradiplomacia financiera y, en particular, en los Estados federalistas. Después de analizar el concepto, muestran cómo este fenómeno se expresa en Argentina, Brasil, México, India, y Rusia, para finalmente terminar su análisis con un cuadro comparativo entre los cinco países.

Por otra parte, el dossier presenta algunos trabajos vinculados directamente con una experiencia paradiplomática entre los que se destacan aquellos realizados sobre la experiencia de Baja California y el Estado de Nuevo León, en México, y en Bogotá, Cali y Medellín, en Colombia, además de la investigación realizada para estudiar el caso particular de Argentina.

De esta manera, Rafael Velázquez Flores & Ernesto Alonso León Valdez en su trabajo “Los pilares de las relaciones internacionales de los gobiernos locales de México: el caso de Baja California” nos muestran cómo los estados mexicanos ha aprovechado la nueva legislación para vincularse con el exterior, muchas veces sin reportar su actividad al gobierno central, como la reforma constitucional lo prevé, a través del ejemplo de Baja California.

Por su parte, Luz Araceli González Uresti en su ensayo “La Paradiplomacia de Nuevo León: un estudio de caso” analiza el rol del líder en la paradiplomacia. El gobernador de Nuevo León de 2003-2009, Natividad González, promovió a Monterrey a nivel internacional con una serie de actividades que realizó durante su gobierno, entras las que destacan el proyecto de integración INVITE o el Foro Mundial de las Culturas en 2007, mientras que durante la administración de Rodrigo Medina (2009-2015), la actividad internacional de Nuevo León se redujo drásticamente.

En el caso de las ciudades colombianas, Edgar Zamora nos presenta en “Bogotá, Cali y Medellín en el escenario internacional (2001- 2012)” la participación de las tres principales urbes colombianas en el campo internacional y su vinculación paradiplomática con otras instituciones a nivel global.

Finalmente, el trabajo “La Política Internacional Subnacional: una propuesta para el abordaje del accionar contemporáneo en Argentina” de Mariana Calvento analiza la política internacional de Argentina, a través de la actividad subnacional de las provincias.

El conjunto de los trabajos aquí presentados forman un todo diverso, pero homogéneo, alrededor de la paradiplomacia para aportar elementos adicionales al debate actual sobre esta problemática.

Notas de autor

* Doctor en Ciencia política, UNAM, México. Profesor e investigador, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), México. Coordinador del dossier paradiplomacia y política internacional de las regiones.